EL PARTIDO DE LA JORNADA
La permanencia ganada a pulso
El calendario había deparado un derbi entre los dos equipos bercianos para la última jornada en la Liga nacional de juveniles. La Deportiva jugaba en casa y sin ninguna presión, mientras el Atlético de Javi Lavandeira pr
El Atlético Bembibre garantizó su permanencia en el último partido de la temporada que se celebró el pasado sábado en Ponferrada. El Toralín se convirtió en majestuoso escenario para esta jornada postrera, con un terreno de juego que más parecía una verdadera alfombra y con una entrada espectacular en las gradas, teniendo en cuenta que se trataba de un partido de juveniles al que acudieron casi cuatrocientas personas, procedentes en su mayoría del Bierzo Alto, teniendo en cuenta lo mucho que se jugaba el Atlético. La clave del partido residió en el hecho de que Javi Lavandeira pudo contar por fin con todos sus jugadores, algo que no había ocurrido a lo largo de la temporada y de ahí los apuros que terminó pasando el equipo este año. A esto se une la gran motivación de sus chicos, sabedores de lo mucho que estaba en juego, lo cual chocaba con la relajación con que los locales afrontaron el choque. Al final el técnico local Manolo Picos describía a la perfección el partido «ellos no paraban de correr y nosotros íbamos andando». En el capítulo de destacados merece una mención especial el exterior zurdo rojiblanco Roberto que marcó dos goles y pudo firmar otros dos a poco que hubiera ajustado un poco a la hora de colocar la pelota en los últimos metros. También estuvo a gran nivel el capitán Viñales, dando un recital en el centro del campo. Además marcó un golazo de falta directa, colocando el balón donde parecía imposible hacerlo, entre la barrera, el poste y el guardameta Gerson. Cerró la cuenta el goleador atlético Miguel Contreras tras una asistencia genial de Cubero que el ariete llevó a la red. Con ser bastante abultado el marcador, los de Lavandeira todavía podían haber hecho más sangre al rival porque dispusieron de numerosas ocasiones para haber ampliado su cuenta. La Deportiva decepcionó a todos, incluyendo a su propio entrenador y al final del encuentro los numerosos aficionados aplaudieron a rabiar a sus jugadores que festejaban desde el centro del terreno de juego la brillante consecución de la permanencia, un objetivo que ya debía estar conseguido mucho antes si su fenomenal entrenador hubiera tenido a todo el plantel durante el año.