Aparecen los árbitros

Uno de los comentarios más destacados de estos primeros partidos era que los arbitrajes estaban siendo muy buenos. El juego se interrumpía muy poco, se distinguían las faltas y las intenciones y los jugadores ayudaban mucho. Pero ayer, triste día el de ayer como diría si hubiere un Don Mendo turco, apareció un árbitro de los de antes, de los amigos, de los que están agradecidos por la invitación. La forma de minar la moral de los turcos fue sibilina hasta que llegó el remate final con el penalti pitado en una clara acción fuera del área. La expulsión fue correcta pero el penalti no existió. Luego y ya al final, Rivaldo me decepcionó profundamente, con un marcador a favor, en un saque de esquina y ante un mal gesto del jugador turco, no puede llevarse las manos a la cabeza y caerse fulminado al suelo cuando el balonazo se lo había dado en el muslo. Decepcionante. Sin embargo el partido fue muy bonito. Comenzó Brasil en plan Napoleón, o sea, enseñándole al enemigo las armas que más temía y las tres eres, Ronaldo, Ronaldihno y Rivaldo atacaban sin descanso y contaban con las llegadas de Juninho por detrás mientras en las bandas Roberto Carlos y Cafú no paraban de subir. Los turcos mientras tanto aguantaban con mucha serenidad y buen manejo de la situación. Basturk y Sas aparecían en el enlace con Sukur y Rustu, el portero con maquillaje de camuflaje atrapaba un par de balones con mucho peligro. Cuando todos pensábamos que Brasil podía haber ido al descanso con algún gol, en un remate de Rivaldo y otro de Ronaldo, apareció Sas. Fue una pérdida de balón de Juninho en el centro del campo, llegó el esférico a Basturk quién la protegió, la colocó y mandó un medido centro a Sas, quien controló y lanzó un disparo fuerte que batió a Marcos, que no es el evangelista pero que tomó buena constancia del hecho. Turquía ganaba a Brasil, de no creer, cuestión de fe. Y como una cuestión de fe se lo tomaron los turcos que no perdieron la cara al partido en ningún momento. En la segunda mitad aceleraron los brasileños, apareció un poco más Rivaldo, que no está físicamente para muchos trotes y en una acción individual pudo haber empatado pero una parada de Rustu se lo impidió. Acto seguido un buen centro del jugador barcelonista permitió la entrada al remate de Ronaldo y el empate de Brasil. Se calmaba la angustia y Turquía seguía a lo suyo, incluso con ambiciones de ganar al cambiar al defensa Korkmaz y al centrocampista Basturk por el también centrocampista Davala y el delantero Mansiz. Este último nos ofreció la cabriola técnica de partido y la subrayo porque normalmente debería de haber sido protagonizada por un jugador brasileño. Al final el único error del portero Rustu en un saque permitió a Luizao robar la pelota y dirigirse hacia la meta cuando fue agarrado y derribado. Como diría Rafa Guerrero, nuestro nunca bien ponderado asistente, penalti y expulsión. Kim Young Yoo acertó en la disciplinaria porque en la técnica, el penalti no existió. Turquía demostró que es un buen equipo y favorito para pasar a la segunda fase mientras Brasil dejó algunas dudas en defensa, sobre todo en los tres centrales, y en el estado físico de Rivaldo. Denilson le dio mucho aire a la banda izquierda. De todas formas hay una gran noticia para el fútbol: Ronaldo está recuperado.