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Los jugadores eluden la euforia y consideran que aún les queda mucho camino por recorrer

España: entre la ilusión y la calma

Camacho y sus internacionales disfrutaron de un agradable día después al de su primer triunfo en un partido inaugural después de 52 años, pero ninguno quier

Publicado por
J.A. Pascual - ULSAN.
León

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En cambio, la responsabilidad y la prudencia, siguen siendo fieles compañeras de España, que acabó con un maleficio pero que aún tiene por delante mucho torneo, como recordaba el secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez-Angulo, quien recordaba que, aunque «importante», sólo se había dado «un paso». El presidente de la RFEF, Angel María Villar, confió en que la victoria ante Eslovenia fuera una «premonición» para un gran Mundial, y Raúl González, la gran referencia internacional de España, asumía sus galones y aseguraba que aún «no se ha hecho nada» y que quedan otras dos «finales» contra Paraguay y Suráfrica. La victoria ha colocado al equipo de Camacho en una situación privilegiada. Encabeza el grupo B y además en el otro partido, el Paraguay-Eslovenia, se produjo el resultado querido, un empate. Pintan oros para el conjunto español, pero todos sus componentes siguen con los pies en el suelo. No obstante, Raúl manifestó que la victoria refuerza la confianza en sus propias posibilidades y les concede dos oportunidades para amarrar la clasificación. Raúl se sabe protagonista del Mundial y de España. Lo está demostrando dentro y fuera del campo. El madridista es ambicioso y cree que el equipo aún puede ir a más, lo mismo que el otro jugador que salió a la palestra, Puyol. «Ahora no hay que confiarse», subrayó Puyol, quien sintió la felicidad de debutar en un Mundial, y además con un triunfo, pero su cabeza anda ya en Paraguay, en certificar el pase para los octavos de final desde la base del trabajo. Esa disciplina y hasta ese orden que mantuvo España antes y durante el partido contra Eslovenia son conceptos que siguen vigentes, y, aunque todo está a favor y hay ganas a Paraguay, el mensaje de respeto es unánime. Cada uno a lo suyo Nadie quiere entrar en provocaciones, o en contestar algunas manifestaciones del guardameta paraguayo José Luis Chilavert. Los jugadores españoles quieren hablar en el campo, donde intentarán resarcirse del 0-0 registrado en el Mundial de Francia''98. Camacho y sus pupilos saben que hubo lagunas sobre el césped del estadio de Gwangju, pero también virtudes. En el descanso, el técnico insistió en el manejo rápido del balón y en el juego por las bandas, donde emergieron grandes Francisco Javier de Pedro y Luis Enrique Martínez. El trabajo entre líneas, preciso por momentos, de Valerón y Raúl, es una virtud que este equipo puede explotar en este Mundial y que es clave ante otro enemigo firme atrás como Paraguay. España tiene tiempo para limar situaciones. Pese a que llegó entrada la madrugada hubo entrenamiento bajo un sofocante calor. Los que gozaron de más tiempo lo hicieron con suavidad y los que se quedaron sin jugar o no intervinieron se entrenaron más fuerte. Tristán se perdió esta sesión debido a un leve esguince en su tobillo derecho que no le impedirá estar a disposición de Camacho el viernes. Juanfran, que se retiró con un problema en la misma zona, sí se ejercitó.