Condenados y elegidos, la eterna división de España

José Antonio Camacho ha dibujado una nítida raya que divide a la selección en dos grupos: los titulares y los que, salvo lesión o expulsión, parecen estar condenados a presenciar el Mundial desde el banquillo. En el primer grupo están los futbolistas que se enfrentaron a Eslovenia desde el inicio, más Helguera y Morientes. En el de los condenados se encuentran el resto de componentes de la expedición. Camacho no oculta quiénes son sus elegidos. En el entrenamiento del pasado martes les envió a entrenar a un campo anexo al que habitualmente acoge las sesiones de la selección. Lo hizo a puerta cerrada, y estaba tan convencido de que lo que hacía era de gran trascendencia que ordenó a los miembros de seguridad que impidieran a los medios de comunicación observar las jugadas de estrategia que ensayaban a las órdenes de Pepe Carcelén. Mientras tanto, él continuaba el trabajo con los suplentes El seleccionador tiene muy claro que ante Paraguay alineará los mismos que frente a Eslovenia, con una sola duda: Tristán o Morientes. «Lo normal es que jueguen los mismos, pero puede haber algún cambio», dijo ayer Camacho.