El calor, la humedad y la fatiga lastran el rendimiento de los jugadores
El Mundial pasa factura a las grandes estrellas
El Mundial está dando muchísimos quebraderos de cabeza a técnicos y jugadores. Las lesiones acechan al más pintado. Hasta ahora la palma se la lleva la Francia, que perdió
La lesión de Zidane es un ejemplo más de la acumulación de partidos que arrastran muchos jugadores. Los que desarrollan su trabajo en grandes clubes pueden llegar a acumular alrededor de 70 partidos. Una cifra ciertamente considerable para aterrizar en el Mundial en plenitud de facultades. A la desorbitada aglomeración de encuentros se le suman dos factores más que resultan decisivos: el calor y la humedad. La aclimatación a un nuevo continente, a un nuevo espacio, a una nueva forma de vida, preocupa y ocupa a varios seleccionadores. Consideran que la fatiga de sus jugadores es consecuencia de las altas temperaturas y la elevada humedad. Carlos Voituret, médico de la selección uruguaya, advirtió que los calambres que tuvieron los jugadores de su combinado nacional tenían mucho que ver con el fuerte calor. Los comentarios de los profesionales dejan en tela de juicio muchas de las hipótesis que los aficionados al fútbol se hacen. La recuperación de leves lesiones necesita tiempo. Y eso es algo de lo que carecen una gran mayoría de los internacionales. El Mundial congrega a muchos jugadores dispuestos a forzar el máximo para superar todas las fases. El tiempo de recuperación es ínfimo y al final lo acaban pagando los propios jugadores que, en muchos casos, no pueden iniciar la pretemporada con sus respectivos equipos.