Los jugadores creen que la arenga de Camacho en el descanso fue clave para remontar a Paraguay
España encuentra un motivador
Hay selecciones en el Mundial de Corea, como por ejemplo Costa Rica, que han contratado a un motivador para transmitir a sus jugadores mensajes de ali
A España no le hará falta incorporar esta figura a su plantel. Ya la tiene. Es José Antonio Camacho y su primera intervención en esta nueva faceta la puso en escena el viernes en los vestuarios del estadio de Jeonju. Al término de la primera parte, el seleccionador se encontró ante sí a un grupo de futbolistas rotos anímicamente por el gol de Paraguay y escasamente convencidos de que la remontada era viable. No acertaban a entender cómo un conjunto que no había demostrado nada más que arranque y grandes dosis de entrega se había puesto por delante en el marcador y había logrado desconectarles del partido. El técnico de Cieza tomó cartas en el asunto. Más que impartir lecciones tácticas para tumbar a los paraguayos, se dedicó a convencer a sus hombres de que la victoria era posible, y a hacer ver a Puyol que su gol en propia meta no dejaba de ser una anécdota, triste, pero una anécdota. «Lo veo tan fácil, que en la segunda parte vamos a cambiar el sistema y el partido será nuestro», les vino a decir en voz alta, pero sin perder en ningún momento la compostura. La merecida bronca por el triste espectáculo de los primeros cuarenta y cinco minutos se convirtió en una arenga para hacer causa común. «No os fijéis en el resultado, porque no responde a la realidad». Sólo les transmitió un consejo táctico. «Vamos a jugar por las bandas, como nosotros sabemos hacerlo». Dicho y hecho. Parecían jugadores nuevos, de refresco. Tomaron el control del partido, arrinconaron a Paraguay, intensificaron los bombardeos desde las bandas, echaron el balón al suelo, lo jugaron... Posesión y toque, la idea que con tanto énfasis les repite Camacho hasta la saciedad. Transformación total Helguera se hizo dueño no sólo de su parcela, sino del estadio; De Pedro, compungido y atormentado en la primera mitad, se convirtió, en un ejercicio de transformismo virtual, en el mismo futbolista que rompió todos los moldes ante Eslovenia. Puyol olvidó la mala experiencia del gol y fue un torbellino por su banda. Baraja perdió el miedo y se incorporó al ataque sin ningún temor a lo que dejaba detrás. Y llegaron los goles, y con ellos la tranquilidad y el pase a los octavos de final. «A Camacho no le vamos a descubrir ahora, pero su charla en el descanso fue fundamental», reconoció hoy Fernando Morientes, la estrella del duelo. «El míster nos dijo que sólo nos faltaba el gol. Nos contagió su mentalidad ganadora y sólo tuvimos que hacerle caso», recordó el barcelonista Xavi, al que el seleccionador hizo debutar en un Mundial frente a Paraguay en los últimos minutos del partido. Dos de dos El técnico de Cieza se convierte así en el mejor motivador de un combinado nacional que en sus dos partidos ha logrado solventar con acierto el reto que le entablaban Eslovenia y Paraguay. Precisamente frente a los guaraníes España logró remontar un partido que con el gol en propia puerta de Puyol se le había puesto cuesta arriba. Pero tras el descanso las cosas cambiaron y los goles empezaron a caer del lado español.