TENIS
Costa recibe en Barcelona los agasajos por su título en París
Albert Costa, campeón de Roland Garros tras vencer en la final a Juan Carlos Ferrero, comprobó a su llegada ayer al aeropuerto de El Prat la repercusión que tiene el haber conquistado un título de Grand Slam. A pesar de haber ganado otros once torneos en el circuito de la ATP, el catalán no podía imaginarse que conquistar Roland Garros, el más prestigioso de cuantos se celebran en tierra batida, sería tan diferente a todo lo demás. Una maraña de periodistas esperaban al campeón en el aeropuerto de El Prat, y Costa tuvo que complacer a todos. Un Albert Costa «cansado, pero muy feliz» aterrizó en la Ciudad Condal junto a Cristina, quien se convertirá en su esposa el próximo viernes, y sus dos gemelas, Alma y Claudia. A ellas les debe la serenidad que estos últimos meses ha exhibido dentro de la pista, «donde ya no me cargo de tanta presión y creo más en mis posibilidades», reconoció, y a ellas le has regalado este título, que como él mismo reconoce «no estaba en la lista de boda».