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Dinamarca ratificó el fracaso del campeón al que no le bastó ni el apoyo de Zidane

Francia regresa desnuda

El peor campeón de la historia. Nunca un defensor del título lo había hecho tan mal cuatro años después. Francia se marcha de Oriente sin marcar un gol y por lo t

Zidane abandona el campo con el único consuelo que le aporta el árbitro: una palmada en la espalda

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Y. Rey - INCHEON.
León

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Fue el primer partido oficial que pierde Zidane con su selección; en los 26 anteriores había sumado 19 victorias y 7 empates. Este Campeonato está poniendo de moda el tópico al que recurren una vez sí y otra también los entrenadores y los jugadores cuando quieren justificar una derrota o ni siquiera eso, cuando les preguntan por el próximo rival de turno. No hay enemigo pequeño. Evidentemente, para esta Francia desdibujada que ha llegado a Corea y Japón todos los enemigos son grandes. Desde Senegal, a Dinamarca, pasando por Uruguay que le empató pero también le pudo ganar. Nada mejoró el campeón con la entrada de Zidane. Es más hecho mucho de menos a Henry, su mejor hombre en ataque. Dugarry, voluntarioso, se mostró espeso y lo mismo se puede decir de Trezeguet y de Wiltord, los otros dos delanteros galos. Dinamarca vino a confirmar todo lo positivo que había mostrado en el Mundial. Juega bien, fácil, con las ideas claras y con una profundidad digna de elogio. En tres toques llegan arriba, además por las bandas, por donde casi siempre se hace daño, aunque los laterales sean Candela y Lizarazu. Renunció Morten Olsen a su delantero centro habitual, Sand, para proteger un poco más el centro del campo con Poulsen, y la jugada le salió perfecta, pues Tomasson, el ex del Feyenoord que acaba de firmar por el Milan, volvió a acertar con la puerta contraria. Suyo fue el segundo, en el que además hizo falta -agarró a Desailly- antes de rematar. Las carencias de Francia volvieron a quedar al desnudo muy pronto. Makelele sustituía al sancionado Petit, pero en nada ayudaba a Vieira en su empeño de encauzar el juego. Le hizo mucho daño a Francia el tanto de Rommedhal a los veinte minutos de la primera parte. La presión de tener que marcar tres goles terminó por amargarle la existencia. Zidane lo intentó, pero con una aparatoso vendaje en su pierna lesionada, apenas pudo sacarse de encima un par de centros de calidad. En el uno contra uno no tuvo nada que hacer y en los balones divididos siempre llegaba tarde, producto de su mala condición física. La reacción tras el descanso fue mínima. Aun así Francia volvió a estrellarse contra los palos. Si en el partido inaugural, remató dos veces contra la madera, este martes repitió guarismos. Desailly primero y Trezeguet después encontraron el larguero en sus cabezazos. Ahí se esfumaron sus posibilidades de remontada, porque cuando Tomasson marcó el segundo, la empresa se antojaba ya imposible. Tanto porque Dinamarca era superior táctica y físicamente como porque Francia era la viva imagen de la impotencia futbolística. El campeón se marcha de vacaciones incapaz de demostrar todo lo que se esperaba de él. La lesión de Zidane, posiblemente, ha sido determinante y a estas alturas Lemerre esté maldiciendo el amistoso contra Corea, justo a cinco días del primer partido, en el que se lesionó, pero el resto del equipo tampoco ha estado a la altura. Henry demostró algo hasta que se expulsó él mismo en el segundo partido con una fuerte entrada. Mal en defensa, irregular el centro del campo donde Vieira ha fracasado totalmente e inoperante el ataque, donde han actuado cinco delanteros.