Senegal reestrena el gol de oro para alcanzar los cuartos de final

Senegal es el orgullo de África en Asia. Después de estrenarse con una histórica victoria ante Francia y superar la primera fase, Senegal sigue asombrando al mundo. El equipo senegalés, dirigido por el francés Bruno Metsu y formado casi en su totalidad por jugadores que militan en el país de su seleccionador, representa la frescura, imaginación y valentía en este Mundial. El gol de oro hizo justicia a la selección africana, que con su pundonor, ambición y desenfado despidió al frío y calculador equipo sueco, que sólo quiso jugar al principio del partido y en la prórroga, en la que diez minutos antes del tanto de Henri Camara Anders Svensson estrelló el balón en el poste. Henri Camara, que también marcó el gol del empate, se convirtió en el nuevo héroe de Senegal, una selección que no sólo tiene poderío físico y velocidad, sino también mucha clase y descaro. Aunque frente a Suecia le faltaban dos de sus mejores jugadores, los sancionados Diago y Fadiga, esta selección dispone de ambición y recursos suficientes para plantar cara a cualquier rival, y futbolistas de calidad que están deslumbrando en tierras asiáticas. Aparte de Henri Camara, el joven Diouf, delantero del Lens no exento de picardía (quiso marcar un gol con la mano), volvió loca a la defensa sueca con su velocidad y desborde. El Liverpool no ha tardado en darse cuenta de la valía de Diouf, la gran arma ofensiva de esta selección senegalesa que con toque y proyección atacante dio un auténtico repaso a Suecia durante casi toda la primera parte, no se asustó en la segunda, y fue a matar o morir en una prórroga de ida y vuelta. Y acabó triunfando en la muerte súbita, para igualar el éxito de Camerún en Italia 90. Espera a Japón o Turquía y no renuncia a nada.