La protección a Corea activa las sospechas españolas para el sábado
España teme a la embestida arbitral
Las enérgicas y airadas protestas de la selección italiana por la actuación del árbitro en el partido frente a Corea del Sur han llegado hasta el primer ministro, a quien los re
En la mayoría de los medios italianos de comunicación se ha tachado el arbitraje de mercenario y el Mundial de tongo. España observa con atención la reacción italiana y no pierde detalle. Prefiere, eso sí, mantenerse al margen. Sin embargo, en privado, algunos de sus más altos responsables han expresado sus temores por el comportamiento del colegiado que dirija a la selección frente a los hombres de Hiddink, que, según se supo ayer, será el egipcio Gamal Ghandour, el mismo que actuó frente a Paraguay. El combinado nacional ya ha sufrido en sus carnes el pésimo arbitraje del sueco Anders Frisk en el duelo de octavos contra Irlanda, en el que Camacho llegó a acusar con gestos al colegiado de ir vestido con la camiseta irlandesa. Villar, en Tokio De momento, el presidente de la Federación Española de Fútbol y vicepresidente de la FIFA, Ángel María Villar, participó ayer en Tokio en una reunión de la comisión arbitral, en la que se abordaron las actuaciones de los colegiados en el torneo y se designó a Ghandour para el duelo de cuartos de final del sábado en Gwangju. El ambiente de euforia nacional y el empuje de una afición entregada en un estadio lleno a rebosar son situaciones con las que ya cuenta la selección. En cualquier caso, sin querer posicionarse sobre la designación Gamal Ghandour, la Federación no esconde que hubiera preferido un colegiado de habla hispana. En la plantilla y el cuerpo técnico hay consigna de obviar el supuesto apoyo arbitral a Corea del Sur en los octavos de final. Carles Puyol ni siquiera quiso hablar de ello.