DATOS
A ritmo de récord. Con tan sólo 20 años y nueve meses, edad que tenía entonces, Lleyton Hewitt se proclamó en Sídney campeón del Masters 2001 y aquella victoria sobre su compatriota Patrick Rafter, que vive una especie de año sabático, le transportó de golpe al primer puesto mundial. Líder de una generación. Transformado en una especie de líder de una nueva generación, la de jugadores que nacieron después de 1978, el australiano enriquece su historial con el triunfo en la final de Wimbledon 2002. Pasa a engrosar la docena de tenistas compatriotas que han paladeado las mieles del éxito en las pistas de hierba del All England Club. Mejor que Rafter. Lo que no pudo conseguir Patrick Rafter en las dos últimas temporadas -perdió las finales ante Sampras e Ivanisevic, respectivamente- es ya un objetivo alcanzado por Hewitt. Los antecedentes revelan que Hewitt es algo así como un coleccionista de récords: primer australiano en ganar el Masters y acabar la pasada temporada como número 1; jugador más joven de la historia en ser el líder mundial (20 años y nueve meses), el más joven también en clasificarse para el Open de Australia (15 años y 11 meses) y el más joven en conquistar un torneo ATP (Adelaida, cuando tenía 16 años y 10 meses).