Llegar y besar el santo

Un mal día lo tiene cualquiera y eso quedó plenamento confirmado ayer en la XVIII edición de la maratón de Toral de los Vados. Había dos claros candidatos para hacerse con la victoria en sus respectivas categorías, el gallego Elías Domínguez que llegaba acreditado con un segundo puesto en Madrid y la portuguesa Alzira Lario que ha ganado cuatro veces esta prueba y además posee el record de la misma desde el año 1994. Pero ambos fallaron. El gallego reconoció al final que no iba fino y además se equivocó en un cruce, lo que le costó rodar unos cuatrocientos metros más de la cuenta. La portuguesa llegó rota. Corrió con un dolor en el abdomen desde la mitad del recorrido y bastante hizo con acabar. Como consecuencia de ello, la mejor parte se la llevaron dos advenedizos que disputaban por vez primera un maratón. En hombres se impuso con autoridad el portugués Jorge Antonio Mereles Pinto, que desde los primeros compases se marchó en solitario y ya nadie pudo hacerle sombra. Su tiempo además fue sensacional, 2:23 que podía haber mejorado de haber recibido acompañamiento durante los 42 kilómetros que recorrió prácticamente en solitario. Pero si sorprendente podría calificarse su actuación, no menos extraño resulta que una valenciana de Catarroja, llamada Beatriz Ferrer, que tampoco se había enfrentado jamás a esta distancia. Quedó tan sorprendida como el público que la ovacionó cuando hizo su entrada en el estadio municipal de Toral de los Vados. Paró el crono en 3:09:46. Casi diez minutos más tarde llegaba Alzira que felicitaba sin reparos a la mujer que le usurpó el trono. Segundo en hombres fue Elías Domínguez a más de un minuto del portugués, seguido de otro luso, Antonio Carlos Zeferino. Fermín Martínez entró en quinto lugar y se adjudica el campeonato de Castilla y León, un título que ostentaba Chus Alonso, ausente de esta edición. Miguel Martínez Basurko fue el primer berciano, entrando en undécimo lugar.