Otra vez a las puertas de la gloria

A Sergio Gallardo sólo le queda el consuelo de ser el único atleta español de 800 metros que ha repetido podio. En invierno ganó Olmedo y tras él, Quesada y Gallardo; ahora la victoria fue para Reina, con Barrios segundo y Sergio otra vez tercero. Parece perseguido por el mal fario que se extendió también al europeo de Viena, donde un rifirafe con un compatriota le privó de llegar más lejos en la cita indoor. Esta vez tuvo hasta tres contratiempos, con Reina primero, con Barrios y con Miguel Quesada, a sólo cinco metros de la meta, lo cual favoreció a Barrios que se encontró con la medalla de plata que parecía destinada al ponferradino «me encontraba bien y con fuerzas cuando faltaban 150 metros, pero Quesada no tenía ni sitio ni fuerzas para pasarme y tropezó conmigo, lo que me dejó sin la medalla de plata». Pese a todo ha imperado el fair play «Quesada me llamó hoy (por ayer) para disculparse y me dijo que yo perdí la plata por su culpa y que él había perdido puesto en el podio por culpa mía». La carrera fue táctica y lenta ya que «cuando íbamos por la mitad de la carrera, en los 400 metros, habíamos hecho 55 segundos, por lo que hicimios más rápido la segunda parte de la prueba, lo cual es contrario a lo habitual, luego entre el momento de incertidumbre antes de atacar y el percance que tuve con Quesada, se me escapó la posibilidad de hacer más, porque podía haber hecho más». El caso es que, clasificaciones aparte, Sergio no podrá ir a Munich porque la prueba fue muy lenta y se marchó a 1:49 «un campeonato de España no es una buena prueba para hacer marcas porque la gente va a ganar, no a hacer tiempos, así que ya no quedan carreras para mejorar y habrá que hacerlo mejor el año que viene». Ahora tratará de estar el fin de semana en Valencia donde se disputa el nacional de Federaciones, eso siempre que mejore de una distensión en el bíceps femoral izquierdo que se produjo en Salamanca. Pase lo que pase en el futuro, Sergio queda satisfecho de la temporada que está en su recta final «ha sido un buen año porque fuí a un europeo absoluto y he logrado dos medallas de bronce en los nacionales, la verdad es que no está nada mal». Queda si acaso el mal sabor de boca por los problemas físicos que ya parecen compañeros habituales del atleta y también la decepción de los Juegos Iberoamericanos cuando un inoportuno dolor de oidos por la altitud en Guatemala le impidió estar entre los mejores».