El viejo campo de fútbol de Fuentesnuevas ya no es lo que era

Casi no hay tregua en los trabajos que se están efectuando en el viejo recinto deportivo. De momento se ha derribado la valla que formaba la fachada principal del estadio. En su lugar se levanta una nueva que, por ahora, deja a la vista el pequeño graderío del fondo de la entrada. Pero eso, con ser lo primero que salta a la vista, es sólo una pequeña parte de las labores que se han realizado ya. Quizá los cambios más notables son precisamente los que no se ven desde fuera. Las «entrañas» de Fuentesnuevas han sido totalmente remozadas. Los anticuados vestuarios son ahora unos departamentos (aún sin rematar) que estarán dotados de todas las comodidades que se pueden exigir en los tiempos que corren. Se ha cambiado toda la instalación eléctrica bajo la tribuna y también se han colocado los conductos de la calefacción. Se han ampliado los vestuarios, incluyéndose uno más que será utilizado por las féminas que puedan integrar el equipo arbitral. Despacho para el entrenador local, con sala de masajes, otra zona de bañera de hidromasaje, sala de prensa, etc. En fin, lo que debe ser una instalación moderna y funcional. Será difícil que los inquilinos de esas dependencias pasen frío, como sucedía antaño, ya que las paredes se han reforzado con un aislamiento especial. La zona de vestuarios ya no volverá a inundarse porque también se han reemplazado las anticuadas cañerías que causaban algún disgusto que otro. Almacenes para el material deportivo y taquillas para los enseres de los jugadores completan los vestuarios. Duchas programables y automatizadas también se están instalando. El terreno de juego ya dispone de riego automático. Se demolieron los banquillos para colocar otros reglamentarios en su lugar. En la imagen de la derecha, el presidente del Promesas explica los detalles de la obra interior.