Nadie puede presumir de capo

Taranilla, patria de un ex-luchador que apellida Prieto, al que todos conocían como «El Gato», y que patentó en los noventa una forma de luchar en ligeros, vio ayer como Félix remarcaba su estilo y pasaba por alto a todos sus rivales en la categoría. El luchador de Pallide desarrolló con una solvencia asombrosa todos sus combates y tan solo Salva (que quedó fuera de los puntos) fue capaz de darle una caída en cuartos de final. En este enfrentamiento se vio uno de los detalles más hermosos de la tarde. El de Pallide sacó arriba a Salva y lo posó de forma espectacular. «Para abajo nunca se sabe lo que se salta», sonreía de medio lado la grada. Después, Javier Fernández no fue problema en semifinales y Santiago Fernández, que llegaba cansado a la final después de un combate muy especulativo con Javier Oblanca, dobló la cerviz ante el de Pallide. Medios es una categoría que se divide en dos: Clemente-Héctor, por una parte, y el resto, por otra. Para el apunte queda la proyección de David González. El nervio y las ganas de demostrar del joven luchador de la Vecilla (que arrasa en juveniles) supone una segura apuesta de futuro. Ante la especulación, él apuesta por la lucha de escuela. De poder a poder El sorteo, que es caprichoso, escogió a Clemente y Héctor como combate para abrir la categoría. En éste, los árbitros también tuvieron su protagonismo. Media caída que decantaron del lado del de Campohermoso y que la grada debatió, unos con silencio y otros con risas, sirvió para que con empate a caída y media ganara Héctor al haber puntuado primero. A partir de ahí, paseo para Héctor: David González, Diego Arce y Roberto Rodríguez en la final cayeron al paso de «El Divino». También hay que destacar el combate entre Diego Arce y Pedro Llamas. Con el minutero como elemento decorativo, los dos se lanzaron al ataque. La dedilla que no entra. Te saco, pero al caer no doblas. A la mediana tampoco caes. Al final, Arce acabó por ganar un agarre en el que repartieron palmas. En pesados Eduardo presenta su candidatura en la montaña. El luchador de Pallide derrotó al Ché en la primera ronda y aprovechando que Jorge Yugueros podía con Alberto Rodríguez, disputó una final sin ninguno de sus adversarios en la general al alcance de los puntos. Una vez allí acabó con Yugueros.