Riquelme lidera el festival azulgrana

El argentino Juan Román Riquelme se estrenó ayer como realizador azulgrana con dos tantos que contribuyeron a la goleada de su equipo frente al Parma italiano, en el partido que inauguró el Torneo de Amsterdam 2002. Riquelme mostró una mayor adaptación a la posición como media punta por la banda izquierda que le ha buscado Louis van Gaal y demostró su clase con dos goles de bella factura: el primero, un disparo por sorpresa desde fuera del área que se coló por una escuadra de la portería defendida por Sebastien Frei; y el segundo, al colocar suavemente un balón que le cayó de rebote a los pies dentro del área. El Barcelona tuvo suficiente ayer para ganar el partido con la primera parte, en la que consiguió sus cuatro tantos. Al margen de Riquelme, lo mejor en el equipo azulgrana fue la aportación de sus dos interiores, hoy cambiados de banda, ya que Gabri desbordó bien por la derecha y Mendieta hizo lo propio por la izquierda. El equipo catalán demostró que cuenta con armas en ataque suficientes para desarbolar a cualquier defensa rival, incluso a una zaga de experimentados defensores como los italianos del Parma. Antes de los dos goles de Riquelme, abrió el marcador Geovanni tras culminar una espléndida jugada personal por la banda izquierda de Gabri, mientras que Rochemback logró el cuarto tanto tras un potentísimo lanzamiento de falta desde más de 30 metros. La nota negativa para los catalanes fue su fragilidad defensiva, que hizo que encajaran también dos goles en la primera mitad, dado que la zaga de tres hombres planteada por Van Gaal no acaba de acoplarse y deja muchos espacios a los atacantes rivales. El Parma pudo de esta manera igualar por dos veces, gracias a tantos de marco Di Vaio y Marchionni, la delantera que tomó en el marcador el Barcelona. El primer tanto de Di Vaio fue fruto de un grave error del portero barcelonista Enke, quien se precipitó en una salida y permitió al italiano anticiparse y marcar a placer. En la segunda mitad, el Parma intentó acortar distancias, pero sin mostrar excesiva inspiración ofensiva.