El abanico de aspirantes al título cuestiona a la favorita

Indianápolis marcará un antes y un después en la historia moderna del baloncesto. Con el nuevo siglo, el mundial que se celebrará del 29 de agosto al 8 de septiembre y que agrupa a 16 selecciones llega precedido de dos de los elementos tangibles que hicieron que este deporte tomara como propia la definición de espectáculo en estado puro: igualdad y calidad. El tercer elemento que siempre caracterizó al mundo de la canasta también estará presente, la sorpresa. Aunque en todas las quinielas parte como favorito Estados Unidos, por plantilla y dada su cualidad de anfitrión, los apostantes se reservan un as en la manga con el nombre de Yugoslavia. El actual campeón del mundo tiene ante sí el mayor reto al que se ha enfrentado hasta ahora. El conjunto balcánico tiene que defender su título en casa del candidato número uno, que en esta ocasión contará con el apoyo de su público, algo con lo que, por ejemplo, tuvo que luchar en los últimos Juegos Olímpicos celebrados en Sydney, donde el equipo de las barras y estrellas despertó la antipatía de los aficionados. A EEUU se le presenta una ocasión única para demostrar su calidad y congraciarse con millones de aficionados.