NBArgentina

Aún estoy dando saltos en mi sofá. Cuando vivía casi convencido de que el baloncesto estaba encarrilado hacia el poderío físico, el choque de músculos y la refriega defensiva, en plena madrugada me reencontré con la esencia de este deporte en su máxima expresión: rapidez, intuición, habilidad, inteligencia... fuerza y carácter. Argentina acabó con el mito NBA. Buscando en la memoria de cualquier cuarentón, comparar la hazaña de los pibes de la albiceleste es trasladarse al triunfo de España frente a la selección estadounidense en el Mundial de Colombia (1982), o al camino del equipo nacional de Antonio Díaz-Miguel hacia la final olímpica de Los Angeles (1984), e incluso a algo más reciente, la victoria del modesto TDK Manresa en la Liga ACB. «Yes histórico» (Olé), «Una escalera al cielo» (La Nación), dijo la prensa. «Scola, Nocioni, Sconochini, Oberto... . ¿Entiendes ahora por qué el Tau le birló la Liga al Unicaja? La ACB está considerada la segunda mejor competición del mundo. Representantes de nuestra Liga han sido protagonistas en esta gesta. Deducción: las distancias NBA-FIBA son más cortas; la globalización del baloncesto es cuestión de años, no de decenios... La NBA de Stern cambió de nombre. ¡NBArgentina! ¡Gracias, Argentina! Anteanoche lloramos por ti... de alegría.