Las bajas temperaturas empobrecen la temporada de la codorniz en toda la provincia
La media veda toca a su fin
Las bajas temperaturas y la lluvia han permitido la entrada de codornices del norte, aunque en pequeñas cantidades. En los páramos y vegas se sigue la tónica habi
Superado el ecuador de la media veda de caza la temporada se mantiene estable dentro de un tono mediocre. Las bajas temperaturas y la lluvia han permitido la entrada de codornices del norte, aunque en pequeñas cantidades. En algunas zonas de media montaña se está cazando relativamente bien, lo que indica que la codorniz permanece aquí pese al mal tiempo hasta que saca adelante sus polladas. Buscar la codorniz en la montaña resulta bastante novedoso y difícil. Las laderas con hierba fresca, próximas a las fuentes, o las zonas de pastizal que han ardido en años anteriores y tienen brotes tiernos son las preferidas, además de las escasísimas rastrojeras de centeno o de trigo que en esta temporada se han cosechado en los primeros días. Las huertas con patatas o habas también constituyen un buen refugio. Cuando el sol aprieta buscan la protección de piornales o escobares, donde resulta prácticamente imposible arrancarlas. Pero la dificultad que supone hacer una buena piña se ve compensada por la belleza de una caza en la que los perros realizan espectaculares muestras todo en un entorno muy bello. La media veda tiene en estas zonas un aliciente añadido, la caza de la paloma torcaza y de la pequeña tortolilla, abundante la primera pero muy escasa la segunda. Precisamente y pese al cambio de tiempo que se ha producido la temporada sigue muy floja en la zona sur. En las vegas y regadíos, sin embargo, se va cazando alguna codorniz, ya que el refugio que suponen las enormes extensiones de maíz sirve para que vayan saliendo «casi con cuentagotas». Con un buen perro que mueva las pajas próximas a los cultivos de remolacha o de alfalfa se van cazando algunas aves, casi tantas como los primeros días. Las codornices están aisladas y todavía se constata la presencia de polladas tardías. Los días de tormenta, después de que haya caído algo de lluvia, son los mejores, pues la codorniz abandona el húmedo refugio de maíces y remolachas para salir al rastrojo, donde es mucho más vulnerable. Algunos consejos prácticos Los cazadores veteranos no precisan recomendaciones, pero son bastantes los noveles que han obtenido licencia en los últimos años. Para ellos especialmente es preciso recordar algunas precauciones en la caza de la codorniz: 1. Es preciso revisar el terreno. En esta caza no es bueno correr. 2. No es conveniente cazar en grupo. Pueden producirse disparos cruzados muy peligrosos. 3. Si se hace un doblete hay que tomar bien la referencia. El perro puede, incluso, soltar la primera pieza para buscar la segunda con el riesgo de perderla. 4. Se caza mucho mejor con el sol de espaldas. También el perro trabajará mejor contra el viento. 5. Si el can no suelta la pieza no le pegue o tire de ella. Basta con soplarle suavemente en la oreja para que la deje. 6. Si el perro se traga la pieza oblíguele a comer tabaco, sal o tierra. La vomitará y ya no volverá a tragar una codorniz. 7. Siempre que atraviese una zona de seguridad abra la escopeta. Si se salta un obstáculo, ribazo, acequia, etcétera, se debe poner el seguro. 8. Cuando el perro está puesto, es conveniente bajar los cañones de la escopeta. Así resultará más fácil encarar a la pieza. 9. Nunca dispare si ve que es imposible cobrar la codorniz. 10. A la hora del almuerzo, o cuando nos paremos a hablar con otro cazador, es conveniente descargar la escopeta.