SEGUNDA DIVISIÓN B
La Cultural anula a un rival directo
Los primeros 45 minutos fueron favorables al equipo de Ourense. Bien plantado en el centro del campo, comenzó a crear las primeras ocasiones delante de la portería del debutante Rubio, que ocupó al final el puesto de un Bruno
En el minuto 16, una colada de Rubén Pérez por la izquierda culminó con su entrada en el área y cuando se cantaba el gol, su disparo se marchó por encima del travesaño. A partir del minuto 20 el equipo dirigido por Manuel Álvarez Tomé despertó de su letargo y comenzó a adueñarse del centro del campo, aunque sin profundidad, por lo que Elia seguía muy tranquilo. El Ourense intentaba el juego por las bandas, pero los laterales leoneses eran siempre más rápidos, lo que provocó la ausencia de oportunidades para Kiko, que no pudo probar a Rubio. El equipo leonés se conformaba con el empate. En estos primeros minutos los gallegos evitaban relajarse y volvieron de nuevo al ataque intentando adelantarse en el marcador sin éxito. En el minuto 33 Kiko dispuso de un mano a mano, pero de nuevo Rubio salió victorioso del envite y envió el balón a corner. En pleno dominio del equipo local Jiménez cabeceó, pero su compañero Burgueña se interpuso en la trayectoria del balón, desperdiciándo la más clara ocasión orensana de la primera parte. La Cultural se veía acorralada pero sus hombres en defensa seguían muy acertados. Al filo del descanso Burgueña soltó un zapatazo al que Rubio respondió, como no, perfectamente. Como anécdota el árbitro señaló el final de la primera parte cuando sólo habían transcurrido 43 minutos de juego, provocando el consiguiente cabreo del público presente. La segunda mitad tuvo un inicio muy similar al tramo final de los primeros 45 minutos. La Cultural se sacudió del todo el dominio existente y en el centro del campo surgieron Ángel Luis y Redondo, quienes canalizaban todo el fútbol ofensivo del equipo. Primero fue Redondo perdonó el gol en el minuto 54 y posteriormente, en el 66, fue Ángel Luis el que no atinó con la pelota, cuando estaba en una posición de remate franco, a un metro escaso de la portería que defendía Elía. En estos momentos, era el conjunto que dirige Antonio Gómez quien se veía incapaz de someter a los leoneses y se encontraba encerrado en su campo sin poder salir. Los rojillos dieron entrada a Golo y a Nacho García para intentar refrescar un centro del campo que carecía de ideas. Pero tampoco fue una solución porque el equipo siguió agazapado e intentando tímidas contras.