Argentina recibe a sus héroes

Los integrantes de la selección argentina de baloncesto fueron recibidos como campeones en su país y se lamentaron por haber sido «robados» en la final del Mundial de Indianápolis, en la que fueron derrotados por Yugoslavia. Los jugadores y el cuerpo técnico arribaron al aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, donde fueron ovacionados por una multitud que celebró el segundo puesto conseguido por el equipo en Estados Unidos como si tratara del primero. El entrenador de la selección, Rubén Magnano, consideró que la histórica actuación de Argentina «es una gran semilla que se acaba de sembrar y está en la inteligencia de todos los dirigentes deportivos del país saberla aprovechar en todos los estamentos». Pero a pesar del buen desempeño, varios jugadores recordaron la derrota del pasado domingo por 84-77 frente a Yugoslavia, en un partido que tuvo un final más que polémico por las decisiones de los árbitros Reynaldo Mercedes, de República Dominicana, y el griego Nicolaous Pitsilkas, que fue el principal. «Todos tenemos la sensación de que nos robaron», consideró Emanuel Ginobili, una de las figuras del equipo, para luego señalar que si bien está «orgulloso del resultado alcanzado» siente «la desilusión de no haber traído en el pecho la medalla de oro» que a su entender los jugadores merecían. Ahora son más estrellas.