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VUELTA CICLISTA A ESPAÑA 2002

Lastras salva el peor día de iBanesto

Cuando Pablo Lastras ganó la etapa de Gorizia, en el Giro del año pasado. En la Vuelta repitió jugada. Lastras atacó a doce kilómetros de la meta; en Italia lo hizo a cuatro kilómetros de la llegada. Lastras ha logr

Pablo Lastras llegó a Córdoba 18 minutos antes que el resto de su equipo

Publicado por
Benito Urraburu - CÓRDOBA.
León

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Pablo Lastras ha tenido a lo largo de su carrera una rotura de escápula, dos rodillas operadas y una clavícula: «Soy un remiendo por todos los lados. Si es que no he podido correr nunca sin problemas». Cuando pudo hacerlo en juveniles y aficionados ganó muchas pruebas. Gran amigo de Paco Mancebo, que le pidió a Eusebio Unzue que Pablo estuviese en la Vuelta, Lastras le ha solucionado el día a iBanesto, que con la retirada de Mancebo lleva una Vuelta a España muy negra. Se define como corredor de una forma sencilla: «Yo ni subo bien, ni bajo, ni esprinto. No destacó en nada, pero soy un buen compañero de equipo». Se ha convertido en el líder de iBanesto en la Vuelta, cree que de forma injusta. «No merecemos lo que no está pasando. Tenemos un buen equipo, pero la Vuelta es cada año más exigente, hay que venir con fresco». Este año sólo había ganado, con su equipo, la contrarreloj de la Vuelta a Portugal: «Ganar cuesta mucho, lo que pasa es que los corredores buenos, como Cipollini, lo hacen fácil, pero cuesta». Vino a la Vuelta a España con un poco de «miedo escénico, presionado para intentar hacerlo bien». Sin Freire, sin Mario Cipollini, en la etapa se voló desde el principio, la media horaria de la primera hora de carrera se situó en 49,3 kilómetros por hora, lo que unido al viento que sopló de costado provocó un corte en el pelotón, en el kilómetro diecinueve, que dejó descolocado al equipo iBanesto. Paco Mancebo se quedó cortado. iBanesto no encontró colaboración de ningún equipo y la maniobra de la Once-Eroski, junto al Telekom de Vinokourov y Zabel, que trabajaron mucho delante, dejaba a Mancebo descolocado. iBanteso paró a todo su equipo, pero no había nada que hacer. Desolado, viendo todo perdido, con sus ilusiones por hacer una buena Vuelta a España rotas, Mancebo abandonó en el kilómetro 88. Su director, Eusebio Unzue, decía que «anímicamente se ha venido abajo. No estaba bien al principio de la etapa, veía que sus posibilidades para conseguir una buena general se perdían y se ha bajado. Su cabeza ha trabajado en su contra». El equipo iBanesto se llevó un golpetazo importante, con todos sus corredores a 18-05 del grupo de cabeza, que tenía 36 corredores, entre ellos los velocistas.