El Atlético estudia aún el guión de Luis Aragonés

No jugó bien el equipo rojiblanco, pero debió llevarse el triunfo, en especial por su superioridad en el segundo tiempo, periodo en el que incomprensiblemente el equipo de Joaquín Caparrós evidenció un tremendo bajón. También el árbitro Muñiz Fernández jugó en contra del equipo local al no señalar dos claros penaltis. La iniciativa del juego la llevó siempre el Atlético de Madrid. Pero los jugadores rojiblancos, muchos de ellos recién llegados, aún no se han aprendido el guión de Luis Aragonés. No es el mayor problema el que no hagan bien la presión, sino la desconexión y la falta de acoplamiento que evidencian, lo que hace que su juego sea impetuoso pero ineficaz, con pérdidas constantes de balones y paredes que se van al limbo. Al sabio de Hortaleza le queda mucho trabajo por hacer. La ausencia de organización rojiblanca se nota ya desde la defensa, donde García Calvo e Hibic no se entendieron bien y en ocasiones permitieron entrar fáciles a los delanteros sevillistas. En el centro del campo la elegancia de Albertini no se traduce en ocasiones. Fue mucho más práctico y participativo Emerson. Pero ni uno ni otro metieron apenas balones en profundidad para Javi Moreno, hasta que le sustituyó Correa, y Fernando Torres, muy desasistidos. En suma, el dominio del Atlético fue ineficaz durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Además, los rojiblancos tenían hoy el punto de mitra en el disparo muy desviado. Dos disparos de Luis García y Sergi salieron rozando la cepa del poste, mientras que un remate de cabeza de Emerson salió fuera por poco. El Sevilla apenas inquietó en ese periodo a Burgos, pero gozó de las ocasiones más claras que el meta argentino solventó con sangre fría ganando en el mano a mano primero a Gallardo y después a Moisés.