La Bañeza deja sentenciada la eliminatoria ante el Guijuelo

Gago, Foro, Gallego (Pato, min 46), Segundo (López I, min 41), Alberto, Cosido, López II, Ferreiro (Edgar, min 63), Cris, Óscar y Giovanni. LA BAÑEZA: Victor, Diego, David, Calleja, Jorge, Sergio, Guillermo, Diego Prieto (Javier, min 79), Rodolfo (Fran, min 90), Pedrosa (Chuca, min 89) y Geni. ÁRBITRO: Pérez Medrano (Colegio palentino). Amarilla a los locales Foro, Tato y Giovanni, y a los visitantes Diego y David. GOLES: 0-1, min 35: Diego Prieto; 0-2, min 57: Pedrosa; 1-2, min 67: Cris; 1-3, min 69: Rodolfo. INCIDENCIAS: Alfonso Del Casto. Unos 200 espectadores. La semifinal de la fase autonómica de la Copa Federación está prácticamente en el saco a pesar de las trabas que encontró el conjunto bañezano para planificar la convocatoria y el viaje. Los suplentes y juveniles le dieron una lección de mentalización y esfuerzo al Guijuelo en su estadio, cosechando una buena ventaja para la vuelta. El partido comenzó muy insulso, aunque siempre La Bañeza era quien llevaba el mando en la parcela ancha ante un apático rival. En el primer tiro bañezano entre los tres palos, llegó el primer gol del encuentro, cuando Diego Prieto aprovechó una lejana asistencia de su portero para marcar ante el despiste de toda la zaga salmantina. La segunda mitad se inició bajo los mismos parámetros futbolísticos. Los dos equipos siguieron ofreciendo un partido que no pasará a la historia por su intensidad. La Bañeza seguía ejerciendo un control en la posesión, buscando la portería salmantina hasta que el cántaro se volvió a romper. Fue un gol de bella factura obra de Pedrosa, en una mediavolea que hizo inútiles los esfuerzos del portero local. Gol revitalizador El 0-2 despertó de sus siesta al conjunto de Guijuelo. A partir del tanto bañezano los locales trataron de estirar sus líenas. El peligro comenzó a rondar el marco defendido por Diego, hasta que diez minutos más tarde del gol de Pedrosa los charros lograron acortar las distancias. Y si el 0-2 despertó a los locales, este gol también tuvo efectos inmediatos en los pupilos de Carnicero. Casi en la jugada posterior al servicio desde el centro del campo, de nuevo Diego Prieto se lució en una hermosa internada, dejando sentados a dos jugadores chacineros, y dando un pase de la muerte para que Rodolfo sólo tuviera que poner su bota y sentenciar la eliminatoria.