España se consolida como potencia en la Copa del Mundo

El atletismo español cerró su año de gloria con un histórico quinto puesto en la Copa del Mundo masculina y un séptimo en la femenina que superaron todas las expectativas en un torneo que por segunda vez se disputaba en España, trece años después de haber tenido por escenario Barcelona. España se ha consolidado como potencia media del atletismo europeo después de sorprender con las once medallas en los Europeos en sala de Viena y las quince en los campeonatos continentales al aire libre en Múnich. Las victorias de Alberto García en 5.000 y de Antonio Reina en 800 han puesto el cartel a la excelente faena española en el estadio de la Comunidad de Madrid en lucha con los mejores atletas del mundo. Reina dio ayer a España su segunda victoria en la historia de la Copa del Mundo de atletismo y pulverizó su récord nacional de 800 con una marca de 1:43.83, la mejor en las nueve ediciones del torneo. El récord de España anterior (1:44.11) lo estableció el propio Reina el 20 de agosto pasado en la reunión de San Sebastián, pero esta marca de ayer, conseguida en liza con los mejores del mundo -estaban el campeón mundial, Andre Bucher, y el olímpico, Nils Schumann- le incorpora definitivamente a la elite universal. Reina maniobró a 300 de la meta para ganar posiciones y pegarse al argelino Djabir Said-Guerni, un atleta que hace tres años ya corrió en 1:43.09. Con el africano sostuvo Reina un emocionante pulso a lo largo de toda la recta de meta. El español sólo doblegó la resistencia del argelino a diez metros de la llegada. El madrileño Luis Miguel Martín Berlanas luchó con ahínco por una tercera victoria española en la Copa del Mundo pero hubo de vérselas con uno de los mejores del mundo, el keniano Wilson Boit Kipketer, que durante once días llegó a tener el récord mundial.