León ofrece mitos a la Vuelta

La Vuelta a España está dispuesta a apagar el fenómeno Angliru, cansada la organización de escuchar críticas feroces de los ciclistas, hartos de pruebas de supervivencia. De momento, se halla una disculpa razonada por claves geográficas: «Cómo vamos a subir el próximo año el Angliru si salimos de Gijón», espetó Enrique Franco en un debate ardiente, organizado por la Cadena Ser, que aclaró dos posturas irreconciliables. El mundo de la Vuelta a España, afición incluida, se divide entre los que odian las rampas de la Gamonal y la sección mayoritaria, que le va la marcha épica. O sea, los que dan pedales contra el resto del mundo. Así que la organización va a modificar la política. Muros verticales, sí, pero sin coches que queman el embrague, sin patinazos de la rueda de tracción, sin revolución de la masa de deportistas que alimentan el negocio. Puertos que hagan daño, no sangre. La provincia de León cuenta con tres ejemplos de molduras ideales para los próximos trazados que va a acometer la Vuelta a España: dos en El Bierzo, Morredero y El Redondal, y otro en el límite oriental de la provincia, San Glorio, en el vértice de Cantabria. Eso sin incluir el experimentado San Isidro, ahora manido por las pruebas deportivas organizadas allí por la Federación Española de Ciclismo. Ninguno cuenta con el aplauso político que rodea la llegada de la carrera a otras cimas, promocionadas a través mecanismos de financiación pública que no disfruta la provincia leonesa. La salida de la Vuelta a España de Gijón aparta los Picos de Europa y la cornisa Cantábrica de la próxima edición de la carrera. Lo confirmó Enrique Franco. Así que se ve factible la recuperación del terreno pirenaico en el espacio escalador de la próxima edición de la prueba. Ezcaray, Neila, Javalambre, Valdelinares, la sierra madrileña complementan la oferta montañosa. Pero Unipublic sigue en busca de un sustituto temporal del Angliru, que es una mina de dinero. Cinco millones de espectadores son suficiente razón para que la organización de la Vuelta a España no abandone el mito de Riosa que ha servido para revitalizar un espectáculo que, sin figuras extranjeras en el pelotón, pierde muchos enteros en el mes de noviembre. La Diputación de León, que fue mecenas de etapas leonesas de la Vuelta a España en la segunda mitad de la década de los noventa, tiene en su mano la promoción turística de las cimas de montaña que esperan la homologación para igualarse con los puertos más renombrados en el recorrido de la prueba durante este año.