El Kelme sembró de tensión la subida a Pajares

A Vicente Belda, el director del equipo Kelme, le hierve la sangre y ese estado de ebullición se lo transmitió a su equipo, subiendo el puerto de Pajares. Belda es un director visceral en determinados momentos, que se calienta mucho, y hoy, en la primera ocasión que ha tenido, buscó el dejar a Roberto Heras sólo, sin nadie de su equipo a su lado. Lo consiguió, pero no pudo sacar partido de ese ingente trabajo, salvo el desgaste de su grupo, que volvió a mostrarse a un gran nivel. Lo que Kelme tiene que plantearse seriamente es si quiere ganar la Vuelta a España, no con quien. Ese ritmo en subida hubiera podido asfixiar a Aitor González, pero no lo hizo. Sigue estando pletórico y es la mejor baza que tiene. Buscaron que Roberto Heras, o algún otro corredor importante se quedase descolgado en la subida al puerto asturiano, pero ninguno flaqueó. Heras ya sabe lo que le espera, ataques en tromba por parte de su ex-equipo, que va a buscar el reventarle. Kelme realizó una exhibición y eso se suele pagar. Belda, además de la general, mantiene una lucha por otra clasificación, la de equipos, que abre las puertas del Tour de Francia para el próximo año y eso son palabras mayores, aunque lo que más le importa es la general. Su rival es el Coast. El polvorín del equipo Kelme no se calma, pero de lo que se trata es de complicarle la vida a Heras.