Belda anuncia una táctica pasiva para la última llegada en alto

Después de todo lo que ha sucedido, Kelme mantiene su posición de privilegio. Son otros los que deben de buscar sus opciones, entre ellos el líder, Roberto Heras, junto a Joseba Beloki. También es verdad que Belda puede decir una cosa hoy, para quitarse a todo el mundo de encima, y hacer otra durante la etapa. Iban Mayo queda un poco más alejado de esa batalla en la que no tiene nada que ganar y si mucho que perder. Le basta con esperar a ver lo que pasa y estar delante, que tampoco será nada fácil. Volvemos con estas cuestiones al eterno dilema del ciclismo actual, en el que los ataques de lejos, los de corredores que luchan por una general, se entiende, son una quimera. Otra cosa es que haya equipos dispuestos a complicarles la vida a Heras, a Aitor González. Heras va a tener que medir sus pasos. ¿Aguantará Aitor González? ¿Decidirá Roberto Heras la Vuelta? ¿Pueden sorprender Óscar Sevilla o Joseba Beloki? Todo va a depender del planteamiento de la etapa, de que en algún momento, alguno de los nombres citados vea una opción real de sorprender. El equipo Kelme debe de tener la llave de la carrera. Vicente Belda lo sabe, pero anunciaba que «nosotros no vamos a mover la etapa. Hoy sabremos si Aitor puede o no ganar la carrera. Tal y como está la gente no habrá muchas diferencias. ¿Quien va a hacer dura la prueba? A nosotros nos vale con la diferencia que tenemos, incluso con un minuto perdido. Tendríamos ganada la Vuelta». Si Kelme no se mueve, la dimensión que puede adquirir la etapa sería muy diferente a lo que se presupone. Todo el mundo espera que se mueva Heras y el bejarano, con el equipo que tiene, sólo podrá hacerlo en la subida final. Para hacerlo antes necesitará que le lance la carrera algún equipo y el único que puede hacerlo es el Kelme...si se la juega con Óscar Sevilla. Belda vuelve a tener un buen dilema. Sus dos corredores, Aitor González y Óscar Sevilla, lo ven más o menos igual que su técnico. «Heras sí atacará» Aitor González no duda cuando se le pregunta por La Covatilla: «No la conozco. Es el día en el que Heras tiene que atacar y yo defenderme. A mi me queda otra Covatilla en la contrarreloj. La etapa de Ávila será más para guerrilleros. Mi objetivo es seguir el ritmo de Heras y si no puedo seguirle, iré controlando el tiempo que voy perdiendo». De lo que no quería saber nada es de los planteamientos que pueda utilizar Belda: «Eso son cosas de él. Yo me dedico a dar a los pedales. ¿Si no me he quedado en la Pandera y en el Angliru, por qué iba a quedarme en la Covatilla?».