La agresividad defensiva y el acierto del perímetro posibilitan la victoria leonesa sobre el Valladolid
Ademar marca las fronteras
Hay partidos que tienen más importancia por lo que representan que por su contenido deportivo. Hay partidos en los que la gente cobra valor y
Los partidos entre Ademar y Valladolid albergan un subconsciente que traspasa el componente infantil del deporte y subyace bajo la instauración del estado de las autonomías. Debido a ello, cuando el Barcelona pisa el Palacio de los Deportes se le pita, pero cuando es el conjunto pucelano quien visita la ribera del Bernesga el silbido se conviere en rugido. En grito de víscera. Y el deporte vuelve a ser la metáfora civilizada de la lucha entre pueblos. Por eso, Ademar sacó ayer su mentalidad de peón para ganar al Valladolid entre la marea magenta del león rampante recorriendo las gradas. Sin hacer un buen partido, el equipo recogió la petición de la afición y recordó el valor más importante que posee: el carácter. Con eso fue suficiente para doblegar a un Valladolid amilanado por la presión del escenario. Arrancó Ademar al empujón y abrió la primera brecha, que se encargó de cerrar Valladolid con dos entradas de Roberto García por el extremo derecho fruto de la inferioridad leonesa. Ese 5-5 fue la última noticia que tuvieron los pucelanos de la victoria. A Kjelling y a Metlicic les dio por hacer de su cartel protagonista una realidad y el equipo fue sumando. Mientras tanto, Vatne hacía su labor en la tramoya de la defensa y marcaba las fronteras entre los dos equipos. Uno agresivo y atento, el otro confiado en las anticipaciones y en la dedicación exclusiva de Davis sobre Kjelling. Valladolid se atascaba en los 9 metros y sólo Julio Fis alcanzaba el fondo de la meta de Kasper desde el perímetro. Las rotaciones pucelanas no rompían la malla de Cadenas y en medio de la exclusión de Colón, los hombre de Pastor vieron la oportunidad de llegar con tablas al descanso. Ahí, en la inferioridad del minuto 24, estuvo una de las claves del encuentro. Juanín recorrió con la vista la circulación de los castellanos y cazó un balón con dirección al 13-9, la máxima diferencia hasta el momento. Otro ataque administrado por el jugador de Viloria mantuvo el tanteador y depositó al Ademar en la tregua con una renta de tres goles. En a salida del segundo tiempo Cadenas confió en Marne, Kjelling y Metlicic en primera línea y repartió los extremos entre