LIGA DE CAMPEONES
Saviola cumple con el trámite
El Barcelona dejó prácticamente sentenciado su pase a la segunda fase de la Liga de Campeones tras derrotar ayer a domicilio al Lokomotiv de Moscú (1-3), en un partido que controló con facilidad y que sentenció gracias a su may
Dos goles del argentino Javier Saviola y uno del holandés Patrick Kluivert, fruto de una escasa media docena de ocasiones, fueron suficientes para batir a un equipo ruso que sólo pudo acortar distancias en la segunda parte gracias a un tanto de bella factura del nigeriano Obiorah. El triunfo azulgrana servirá de medicina para un equipo herido tras la dolorosa derrota sufrida el pasado sábado en la Liga española frente al Betis (3-0). El técnico barcelonista, Louis van Gaal, podrá además dar descanso en los próximos partidos europeos a algunos de sus habituales titulares, al estar virtualmente clasificado el equipo para la siguiente ronda de la Liga de Campeones, pese a que le quedan todavía tres encuentros por disputar en su liguilla. Van Gaal repitió ayer el mismo once y el mismo esquema habitual en los últimos partidos, sin que sus planes se viesen alterados por la derrota sufrida frente al Betis. Y el Barcelona se dedicó a lo previsto, a controlar el partido desde el principio, sabedor de que tenía una posición de privilegio en la Liga de Campeones y de que un empate le servía para seguir en lo alto de la tabla de su grupo. Cuando parecía que el Lokomotiv se estaba haciendo con las riendas del partido, dos destellos de calidad del Barcelona, que llegaron casi seguidos, bastaron para dejar prácticamente sentenciado el partido. Esos dos goles casi consecutivos minaron la moral del Lokomotiv, que se vino estrepitosamente abajo, de manera que el Barcelona se dedicó a controlar a placer. Tras la reanudación, Saviola se encargó de finiquitar el partido al conseguir el tercer gol, tras recibir una buena asistencia de Luis Enrique y aguantar con su cuerpo la entrada que le hizo dentro del área Lekgetho. Y poco después el nigeriano Obiorah se llevó los honores de conseguir el tanto del Lokomotiv al culminar un contraataque con una preciosa vaselina.