«Sabían que no iba a forzar»

«Según me ha comentado el doctor Manuel Rodríguez, el problema puede ser debido a algún ligero desajuste en las calas de los pedales, pero parece ser que si el tratamiento aplicado junto con un poco de descanso produce su efecto, podré tomar parte de la última carrera antes del Mundial, la París Tours. Además, me otorgaría confianza para disputar con garantías la prueba de Zolder», afirmó ayer Óscar Freire. En cuanto a la lesión señaló: «En la segunda etapa del Giro di Lucca, cuando protagonicé la escapada y en la que acabé en segunda posición tras el italiano Bartoli, ya noté algunas molestias en la rodilla derecha. Pero fue en la etapa del jueves donde se mantuvieron los dolores y decidí bajarme de la bicicleta tras 40 kilómetros de carrera». Aunque, reconoció que esta medida la adoptó para prevenir males mayores. «La posibilidad de dejar la carrera ya la habíamos estudiado con el equipo, por lo que estaba relativamente previsto. La decisión igual fue tomada con excesiva prudencia, pero no queremos poner en peligro los tres domingos claves del mes de octubre con la Paris-Tours, el Mundial de Zolder y el Giro de Lombardía. En el equipo ya sabían que no iba a forzar en ninguna carrera que me impida estar a tope en esas tres citas», apuntó. El ciclista de Torrelavega también habló sobre su futuro y su equipo en la próxima temporada. «Quiero transmitir tranquilidad a todo el mundo. Esperábamos tener la cosas claras desde hace tiempo, pero el problema ha sido la falta de profesionalidad de uno de los equipos con los que habíamos contactado. A algún que otro equipo les dijimos que no porque ya habíamos llegado a un acuerdo con un equipo, pero resulta que ese equipo cuando llegó el momento de firmar nos puso unas condiciones diferentes», dijo.