El Barça no cuadra su balance defensivo

Con sólo un mes y medio de rodaje, el Barca de Louis van Gaal ofrece sensaciones contradictorias, combina actuaciones a buen nivel con otras nada convincentes como la firmada ante Osasuna y que provocó la primera protesta formal del Camp Nou. Los aficionados barcelonistas han dado hasta ahora un margen de confianza al técnico y al equipo directivo, pero parece una tregua cogida con pinzas, sólo duradera a poco que las cosas salgan bien, pero si todo se tuerce volverán a aparecer los fantasmas del pasado. Y eso es lo que ocurrió ante Osasuna. La grada no está dispuesta a perdonar los errores de concentración del equipo y se mostró especialmente molesta cuando a las primeras de cambio, el Barcelona encajó un gol. Se sabe que los problemas del equipo están en defensa y uno de los componentes de la retaguardia, Frank de Boer, está en el ojo del huracán. El holandés es un buen organizador, aunque como marcador su aportación es muy discutible, adolece de colocación, pero la suple con una gran visión de juego, algo que luce cuando el equipo construye. El problema es cuando el Barcelona se ve obligado a defender. Entonces el equipo sufre una barbaridad, porque el conjunto de Van Gaal no está construido para ello. Al margen de Puyol, que está a un magnífico nivel, el resto no cuaja por una u otra razón. Víctor Valdés y el lateral izquierdo Fernando Navarro son debutantes en primera; y Gaizka Mendieta, a pesar de que actúa como carrilero por la derecha, dista bastante de ser determinante en esta posición. En la parte de atrás, Van Gaal puede dar entrada a Patrik Andersson, pero para ello el sueco tiene que estar recuperado.