Las medicinas de Rumsas eran solamente para una persona

Las medicinas confiscadas a la esposa del lituano Raimondas Rumsas «no son suficientes para el dopaje intensivo de un equipo entero pero parecen corresponder al tratamiento de una persona», según un informe médico presentado al juez instructor de Bonneville (este de Francia), Franck Gesdon. Este estudio, revelado por el vespertino «Le Monde», implicaría a Raimondas Rumsas, tercero del pasado Tour de Francia, en un caso de dopaje, pero exculparía al conjunto italiano Lampre, sobre el que se centraban las últimas investigaciones. Según el experto médico Gilbert Pépin, Edita Rumsas portaba el pasado 28 de julio un cargamento con productos dopantes y sustancias que sirven para ocultar estas medicinas, así como jeringuillas que sirvieron para inyectar eritropatina (EPO). La cantidad aportada corresponde al tratamiento de una persona, pero es insuficiente para un equipo. La versión de este informe médico contrasta con las declaraciones efectuadas el pasado 10 de septiembre por Raimondas Rumsas a agentes de la policía judicial francesa trasladados a Italia, una parte de las cuales son reveladas hoy por «Le Monde». El ciclista lituano negó haberse dopado y se escudó en los dos controles antidopaje a los que fue sometido durante la prueba, ambos con resultado negativo. «A parte de vitaminas y desitoxicantes, no he tomado ningún remedio, no tomaba otros medicamentos antes de la carrera. Nunca he tomado productos dopantes», afirmó a los agentes el ciclista, según el rotativo. Rumsas afirmó que las medicinas halladas en una caja con su nombre dentro del coche de su esposa se las había recetado el médico del equipo, el español José Ibarguren. «Al final del Tour me sobraron medicamentos y los guardé», dijo. Más complejo resultó a Rumsas explicar la presencia en el coche de su esposa de las jeringuillas y de un aparato que sirve para medir la tasa de hematócrito, la tasa de glóbulos rojos en la sangre, que aumenta con la toma de EPO.