Marchán lidera un triunfo de jerarquía para España

España ya está en la segunda fase. Y con el aval de acabar como primera del grupo B tras su solvente triunfo frente a Túnez por 36-30 liderado por el pivote ademarista Rubén Marchán, por tercer partido consecutivo con el rol de titular... y en esta ocasión con la guinda de sus cinco goles para acabar como máximo anotador de los Hispanos.

Con tres puntos en su casillero merced a la victoria cosechada ante Polonia y el empate con Brasil, España afrontaba el tercer y último encuentro de la primera fase con la necesidad de lograr al menos el empate para no tener que mirar de reojo a lo que ocurriera en el pulso entre Polonia y Brasil. Y en ese reto los de Jordi Ribera mostraron parte de las cualidades con las que lograban el oro en el último Europeo. Es cierto que todavía no son el equipo que dominó a todos sus rivales en el último torneo continental, pero sí que dio un paso a adelante con relación al juego desplegado en las dos primeras jornadas. Especialmente en ataque, donde España esta vez sí logró dotar desde el inicio de partido la fluidez necesaria a su juego ofensivo para hacer llegar el balón en ventaja a los extremos y pivotes.

De hecho, seis de los ocho primeros tantos del conjunto español fueron obra de los jugadores de segunda línea, tres del extremo Ángel Fernández y tres del pivote ademarista Rubén Marchán, que demostró el porqué de su presencia en este campeonato.

Pero si España encontró desde el primer minuto el camino en defensa, mucho más le costó hallar la fórmula en defensa para contener al conjunto tunecino.

Si la selección española no acabó de dar con la tecla en defensa, quien no tuvo ninguna duda fue el portero Gonzalo Pérez de Vargas, que con las diez paradas que cerró el primer tiempo, frustró el ataque del conjunto norteafricano. Paradas que permitieron abrir una renta de tres goles (11-8) en el marcador a los 17 minutos de juego, que pudo haber sido mayor de no errar algún que otro lanzamiento. Fallos que no desesperaron al equipo español, que siguió moviendo el balón con fluidez en ataque, hasta encontrar a los ayer infalibles Rubén Marchán y Ángel Fernández.

Con sus goles España pudo mantener al descanso la renta de tres goles (17-14), que situaba a los Hispanos un paso más cerca de la segunda ronda del Mundial.

La situación incluso mejoró tras el paso por vestuarios logrando los Hispanos irse a los cinco goles en apenas siete minutos con el 22-17. No obstante un parcial de 3-6 devolvió los fantasmas de los encuentros ante Brasil y Polonia. Sin embargo, la precipitación, cuando no anarquía del conjunto norteafricano impidió que la reacción de Túnez fuera a más. Y ahí nuevamente los de Ribera sacaban a relucir su clase, con la portería como gran exponente, para llevarse el envite.