Fútbol | Primera División
Benzema aparca la crisis
Los blancos pasan por encima de un débil Alavés liderados en ataque por el galo Hazard convirtió el tercer tanto
Pintaba fea la noche en Mendizorroza para el Real Madrid (1-4). Lacerado por una ristra de bajas, sin vigía por la cuarentena que el coronavirus ha impuesto a Zinedine Zidane, con dos competiciones tiradas por la borda a las primeras de cambio, un adversario determinado a darle una alegría a su afición, aunque a distancia, para festejar el centenario de su glorioso nacimiento y desprovisto de margen de error frente a un Atlético que navega viento en popa a toda vela, el vigente campeón de Liga solventó, sin embargo, su visita a tierras vitorianas con una contundencia pocas veces vista esta temporada.
Tres goles al descanso y un cuarto cuando el Alavés amagaba con resurgir de sus cenizas en el segundo periodo certificaron el triunfo del equipo que dirigía de modo circunstancial David Bettoni frente a un rival cuya efervescencia inicial se consumió tras el primer zarpazo de los blancos y al que no le bastó con su arrebato de orgullo tras el entreacto para poner el epílogo soñado a un día lleno de simbolismo para el club babazorro.
Benzema, por partida doble, Casemiro y Hazard, que por fin dio signos de vida, fueron esta vez los estiletes de una escuadra que, guiada de nuevo por la docta batuta de Modric, volvió a demostrar que navega mejor en mares embravecidos que en aguas mansas. No servirá para hacer olvidar las durísimas derrotas en la Supercopa y la Copa del Rey, pero al menos amortiguará un tanto el ruido de los tambores de guerra en Valdebebas.
El beatífico desenlace del partido para los intereses del Real Madrid contrastó, sin embargo, con su inquietante inicio. Porque los blancos salieron algo imprecisos con la pelota. Casemiro perdió un balón en zona venenosa después de que Militao despejase al bulto y antes de que Joselu amenazase con un testarazo sin apenas oposición en el área. Al excanterano blanco se le marchó el remate por poco, pero la acción daba cuenta de la tibia presentación del cuadro visitante.
Pero todo cambió con el 0-1. Saque de esquina que remató de cabeza Casemiro y de pronto las cosas comenzaron a salirse a pedir de boda a los blancos. Benzema puso el 0-2 con un golazo por toda la escuedra y Hazard, que recordó al fin a aquel jugador imparable del Chelsea puso el 0-3 antes del descanso.
En la segunda parte el Alavés recortó distancias e incluso rozó el 2-3, pero en una nueva contra bien conducida por el Madrid, Benzema sentenciaba el choque con el 1-4. Tres puntos que dejan atrás otra crisis.