Fútbol | Primera División
El Madrid sufre otro cortocircuito
Real Madrid 1 Levante 2 El equipo granota remonta y asalta Valdebebas en un duelo marcado por la expulsión de Militao y el caos de los blancos
Reincidiendo en el mismo error, con la tercera derrota de local ante un rival de otras batallas en LaLiga como el Levante (1-2), tras lo vivido ante Cádiz y Alavés, el Real Madrid renunció a la competición doméstica remontado, sin capacidad de respuesta y condicionado por una temprana expulsión de Militao. Un partido marcado por una jugada, cuando apenas arrancaba la tarde en el Di Stéfano. Un castigo a la reincidencia de una defensa inédita que tardó poco en perder la espalda. A los siete minutos el duelo quedaba condicionado por la expulsión de Militao. Derribó de forma clara a Sergio León cuando en la mente del delantero ya solo estaba superar a Courtois. El color de la cartulina dependía de la interpretación.
Al momento, el colegiado mostró amarilla. Varane había perdido la carrera pero estaba cerca, ladeado, y el último control de León se marchó hacia su izquierda. Desde el VAR le invitaron a revisar la jugada. Interpretó que Militao era el último e impedía una acción manifiesta de gol. La amarilla se transformó en roja. Se presentaba un duro examen físico al Madrid, con los justos por las bajas pero con físico para soportarlo tras una semana sin partido.
El Levante había salido sin nada que perder, con líneas adelantadas y valentía pese a sus inseguridades defensivas. No anda sobrado Odriozola que inició el encuentro con una falta de entendimiento con Courtois que a punto estuvo de aprovechar Morales. Metió la punta de la bota y el portero belga evitó el sonrojo por bajo. El segundo desajuste madridista tuvo castigo con la roja.
En un nuevo escenario, de inicio se impuso la calidad del Real Madrid que no perdonó la primera de la que dispuso. Cómodo siempre que le dejan correr, aprovechó la posición adelantada del Levante para asestarle un directo. Contragolpe veloz y letal. El pase de exterior de Kroos a la carrera de Asensio que definió con calidad en el mano a mano.
Mandaba en el marcador pero para aguantar su ventaja el Real Madrid necesitaba más de todos sus jugadores. El doble de esfuerzo y mentalidad. El Levante, dueño de la medular, sintió siempre posibilidades de dañar a su rival, una oportunidad de oro de derrotar a un grande en su casa. Y apretó hasta que lo consiguió. Roger, peligro constante dentro del área, lo intentó de cabeza, se topó arriba con Courtois con un latigazo a pocos metros de la portería, remató todo lo que le llegó. Y la precisión la puso el ‘comandante’ Morales, apareciendo a espaldas de un despistado Odriozola. El encuentro estuvo siempre en el alambre, con la posibilidad de caer hacia cualquiera de los dos lados. Priorizó la fase ofensiva el Levante, convencido de tener armas para acabar llevándose el partido y lo hizo cuando Courtois ya no pudo más.
El Real Madrid había desaparecido del partido. Le pesaban las piernas y le faltaban ideas. Vinicius entró acelerado, con tantas ganas de demostrar, que la primera ayuda defensiva derribó a Clerc sobre la línea del área. Para unos dentro, para otros fuera. El colegiado nuevamente corregía su decisión desde el VAR. El penalti lo salvaba Courtois a su lado izquierdo al disparo de Roger que no estaba dispuesto a despedirse sin marcar del partido. Su cuarto gol en sus tres últimos encuentros llegó para decantar el partido. Libre de marca tras un saque de esquina, con tiempo para controlar y cruzar su disparo donde su gran rival de la tarde jamás podría llegar. Morales y Roger, los goleadores eternos del Levante, los mismos que le dieron ante el Real Madrid un triunfo de pedigrí.