Mejor un obrero que once arquitectos

La Cultural sufrió en la tarde de ayer la derrota más dura de la temporada. Frente a la Deportiva no sólo dejó los tres puntos en litigio, sino que acabó con diez años de imbatibilidad y la ilusión de sus aficionados. Y es que no se puede jugar peor. Ni siquiera supo aprovechar la baza de contar con un hombre más durante treinta minutos tras la expulsión de César. Una defensa endeble, aunque volvió a ser la mejor línea, un centro del campo inexistente, tónica habitual desde que comenzó la temporada, y una vanguardia que volvió a mostrarse torpe, sin ideas y embarullada. Por contra, la Deportiva supo sacar partido a su mejor disposición táctica, aprovechar los errores culturalistas y el saber todos sus hombres lo que debían hacer y cómo atacar el débil entramado ofensivo de su rival. Estas fueron sus mejores armas, pero con ellas sacaron petróleo de donde sólo había agua. Sin embargo la historia del encuentro pudo cambiar en el primer minuto de juego si Fran hubiera acertado a superar en el mano a mano al meta Álvaro con todo a su favor. Fue un espejismo. Tras el susto inicial la Deportiva toma el mando táctico y ya no lo cedería en toda la primera mitad. Cascallar y Alejandro dieron los primeros avisos al portero y defensa culturalista antes de que el propio Alejandro inaugurara el marcador al rematar de cabeza un saque de esquina botado por Lanza desde la izquierda del ataque berciano. Era el 0-1. Con el marcador en contra la Cultural intenta acercarse a los dominios de Álvaro, siendo Villafañe, Rubén y Fran los que tientan la fortuna del gol con tímidos remates que detiene el cancerbero ponferradino sin mayores problemas. Pese a ello, los últimos remates de la primera mitad serían de Panadero y Toñín, pero el marcador sería inamovible. La segunda parte comienza de nuevo con mucho equilibrio, volviendo a tomar el mando la Deportiva casi de inmediato. Lanza crea la primera ocasión de