Baloncesto León toma más base

Borja Larragán posó ayer con la camiseta de Baloncesto León como el primer fichaje de la segunda tanda. Ya no serán ocho las fichas senior, como se postuló en el inicio de la pretemporada, sino diez. La angustiosa marcha del conjunto leonés en la liga y las insistencias de Quino Salvo han desembocado en este doble esfuerzo. El base madrileño ya fue pretendido en la época estival, aunque «estuve meditando pero entonces había que intentar jugar en ACB, ahora ha surgido esta opción y es la mejor en una categoría inferior, porque es un club con pasado, pero también con futuro», señaló Larragán. Criado en las categorías inferiores del Real Madrid, el jugador de 26 años arrastra un largo currículum con sello en los puertos de: la Universidad de Providence en EE.UU, el Rimini italiano, el Aris de Salónica griego y el Jlbourg-En-Bresse francés. «Se coge un poco de cada sitio. El estilo es diferente y hay que aprovechar lo mejor para incorporarlo», dijo el madrileño. Pese a que ya hay dos bases en la plantilla, esto no será problema puesto que «soy base pero también he jugado muchas veces de escolta para poder buscar el tiro», aclaró el nuevo jugador de Baloncesto León. Este mismo viernes, ante Tenerife, podría llegar el debut de Borja Larragan, aunque para encontrarse a gusto el jugador se marca un plazo de «al menos dos semanas para adquirir el tono de competición, porque físicamente es menos problemático conseguir la forma necesaria si se ha mantenido la actividad», manifestó el base. El otro refuerzo llegará en las próximas horas para rubricar su contrato. Se trata de Franck Tchiloemba, un pivot francés de 29 años y 2,05 de estatura, que reforzará el juego interior del equipo, aunque no supondrá la salida de Tate Decker, cada día más cercano al nivel esperado. Ayudas institucionales Los máximos accionistas de Baloncesto León, Ayuntamiento y Diputación, tendrán que hacer frente en su mayor parte a la ampliación de capital de la sociedad, aprobada el martes en la junta general de accionistas y que ascenderá a 519.000 euros, poco más de 86 millones de pesetas. Esta era la única solución, según el presidente del Consejo de Administración, José Benito Pardo, para evitar la disolución de la sociedad y perder con ello los derechos del canon establecido por la Liga ACB, valorados en unos 2,6 millones de euros. Las pretensiones del Consejo de Administración, una vez que se procedió a la reducción del capital social a cero y de forma paralela a la ampliación del mismo en la cantidad fijada, son las de hacer frente a las deudas más perentorias y dejar un capital en torno a los 240.000 euros.