BALONCESTO
León: encefalograma plano
Baloncesto León sigue en estado de coma. Ayer, ante un rival disciplinado en ataque, los de Salvo volvieron a dejar patentes sus carencias, en especial en la zona, hasta el punto de convertir en un imposible sus intentos de salir del
La ineficacia de León, sumido en una crisis de identidad cada día más profunda, encontró ayer respuesta en una nueva derrota ante Tenerife. Y es que otra vez la zona volvió a ser el talón de Aquiles de un equipo que deambula por la cancha sin una identidad clara. Sus argumentos ayer ante Tenerife volvieron a ser los que ofreció Brown en ataque, insuficientes para contrarrestar el arsenal de los insulares. Sólo una vez León cobró renta en el choque, pero sus dos puntos arriba pronto se difuminaron para dar paso a un recital del Tenerife que sin apretar el acelerador fue poniendo tierra de por medio llegando a doblar a los de Salvo en el segundo cuarto (32-16). La barrera de los veinte puntos abajo estaba cerca y Tenerife no tuvo nada más que apretar el acelerador para rebasarla en el tercer cuarto del partido. Decker, mucho tiempo sentado León, con Decker sentado en el banquillo muchos minutos, fue desangrándose poco a poco. Desacertado ante el aro rival y con escasa fortaleza en la zona, su querer y no poder fue todo en uno. Ni el debut del base Larragán obró a favor de un equipo que en los últimos minutos perdió a Sony Vázquez por lesión en su rodilla derecha. Tenerife, dueño y señor de la zona, se limitó a mantener su regularidad a la hora de encestar para no pasar problemas ante un adversario que sólo en los últimos instantes pareció recuperar cierto tono y con ello enjugar parte de la desventaja adquirida hasta ese instante y acabar sólo con 19 puntos que menos que los insulares, renta que incluso pudo ser mayor y que constata la crisis de identidad que parece rodear a Baloncesto León en este inicio de temporada y que salvo ante Ourense le a llevado a cinco derrotas, demasiadas para un equipo que aspiraba a mucho más. Y es que cuando las piezas de la máquina no funcionan, ésta apenas encuentra recursos para al menos inquietar a quien se le ponga por delante, y ayer fue el Tenerife.