Ademar se sobrepone tras el descanso a los vaivenes iniciales y suma otra victoria cómoda
En el país de las dudas, reinó la lógica
El líder de la Liga Asobal sigue impertérrito su camino triunfal por el arranque de la temporada. A pesar de un mal tramo inicial de veinticinco minutos la
Ademar se concedió a sí mismo una tregua de veintimuchos minutos largos jugando a intensidad media, de un lado, porque la componente emocional de un choque de estas características no puede ser similar a la de otros compromisos de más trascendencia, y de otro, porque Barakaldo no está dispuesto a reiterar el papel de equipo «ascensor» y harto del «arriba-abajo» ha confeccionado este año un bloque más serio de lo habitual en los últimos años. Así las cosas, el marcador regaló 24''48 minutos de igualdad relativa (13-13), hasta que al borde del descanso, el plantel marista masculló la que se avecinaba en vestuarios al intermedio, y arregló en parte el panorama. Hasta entonces, el líder había mostrado su cara más irregular en defensa. Cadenas apostó de salida por Vatne y Héctor, después jugó con Colón atrás, más tarde dio paso a Prendes, hasta en momentos puntuales probó 5-1 con Marne avanzado, pero no hubo forma de encontrar la verdadera disposición del 6-0 local, que -suele ser habitual en estos casos- en parte dejó vendido a Kasper (por debajo de las cifras habituales en el arranque de partido) en parte vio al danés decidido a contribuir al mal panorama con algunos errores individuales puntuales. Buenas inferioridades El libro de estilo para juego en inferioridad numérica tiene una enciclopedia este año en Ademar. Vatne y Prendes, excluidos en apenas 14 segundos de diferencia, regresaron a cancha con un parcial 1-2 por toda renta para Barakaldo (8-8), pero poco pudieron hacer para que los dos retazos básicos de la primera parte, dos parciales (0-4/4-0) más o menos llamativos, dejaran como estaba el partido, que al borde de los veinte minutos iniciales, ya había puesto en el electrónico la máxima diferencia previa al descanso (12-9). Fue antes de que Cadenas parase el juego para recordar al bloque la necesidad de no dejar para mañana los deberes del día, y materializarlo en forma de cambio a la americana, con cuatro novedades en pista. Raúl Entrerríos tomó el puesto de Marne en el central, los laterales pasaron a manos de Vatne y Metlicic y Colón se fue al extremo y dejó a Héctor el pivote. A la vuelta de la caseta varió sustancialmente el panorama, y el partido llevó a la cancha los planteamientos de la primera parte, pero con media hora de retraso. Ademar se aplicó a la tarea de defender con ganas, Kasper mejoró su papel bajo palos, Raúl Entrerríos aportó a la primera línea el tono que no tenía antes, y hasta cierto punto, el partido ganó en lógica, que poco más necesitaba para que la resolución terminara por ser la más normal en un cruce de este tipo. Más variantes La ruleta de pruebas de Ademar, una vez que el partido se metió en la tónica predecible, hubiera sido más generosa de no mediar un bocadillo en la pierna de Vatne y un tirón en el muslo de Marne. Prendes anidaba en el pivote de forma puntual, el central leonés pasó a extremo ocasional, y Belaustegui pasó por otra prueba más a la derecha. A la recta final de partido le vino con retraso la ceremonia que se hará habitual cada vez que Kasper o Armand fallen a la lista de convocados. Yeray Lamariano tuvo sus tres minutos de gloria, y la grada, que la ha cogido con el de Eibar, pero por la vía cariñosa, celebró que estuviera cerca de parar un penalty a Robert, que le pillara un rebote a Suman y que le cazara la última bola a Kovalev. Al particular sobrino pequeño que les ha salido a Hvidt y Torrego le ha tocado la gracia de la afición, y el equipo lo celebra. El programa de actos de la casa marista contempla hoy entrenamiento a las doce de la mañana, que viene el viaje a Ciudad Real el martes, y hay más de medio billete para la Copa Asobal en juego. Ganar en el partido de la discordia tiene bastante más significado que otras veces y tal como anda el patio, ese es triunfo de los que dan dos puntos, y algo más, visto el asunto.