Messi pone al Barça segundo

Como si después de 649 goles con la camiseta del Barcelona, diez Ligas, seis Copas, cuatro Champions, siete Supercopas de España, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales de Clubes necesitase justificar su obsceno contrato, Messi respondió (2-1) en el escenario donde mejor se expresa: el césped del Camp Nou. El argentino demostró estar por encima de la polémica. En verano se comprometió a no dejar tirado a un Barcelona en peligro de derrumbe y está dispuesto a cumplir su palabra. Con un golazo de falta encarriló la visita del Athletic y aupó al Barça a la segunda plaza, empatado a puntos con el Real Madrid.

Suma Leo Messi ya doce goles en Liga y suma el Barcelona ya diez jornadas sin perder en el campeonato de la regularidad, incluidas cinco victorias consecutivas. Esa racha triunfal no podría entenderse sin las cinco dianas y una asistencia del argentino, crucial para que esta temporada en el Camp Nou sea de transición y no para olvidar. Koeman aprendió la lección de la final de la Supercopa y domó a los leones desde el pitido inicial. En los primeros 45 minutos no sufrió ni pizca el Barcelona, muy cómodo en la posesión y agresivo en busca de los tres puntos por la vía rápida. El conjunto azulgrana gozó de multitud de ocasiones antes del descanso, pero únicamente acertó en una y acabaría pagando su falta de puntería, como de costumbre.

Desencadenado, en cinco minutos Messi ya había tenido el 1-0 en su bota izquierda. Anticipación de Umtiti, pase con el catalejo de Griezmann y el argentino frente a Unai Simón, esquinado en el área pequeña. Buscó picarla el ‘10’, una definición con copyright, y se encontró con la mano firme del portero rojiblanco.

Luego perdonarían Griezmann y Araujo con disparos cruzados, Messi con el pecho y Dembélé en un contragolpe. Solo en una falta en la frontal, en su posición favorita, encontró la red el argentino. Dibujó una rosca de videojuego a la escuadra que significó su gol 650 con la camiseta del Barça. Nada más regresar del descanso, el accidente. En la primera cabalgada de Yuri por la izquierda llegó el empate. El lateral puso el centro envenenado y Jordi Alba, molestado lo justo por De Marcos, lo remató a su propia portería. Vuelta a empezar para el Barcelona.

El dominio azulgrana no se traducía en ocasiones más allá de un cabezazo de Pjanic a centro de Griezmann que despejó Unai Simón con un paradón. Corría el tiempo en contra del Barcelona, eternamente peleado con la portería rival. Solo Dembélé parecía capaz de resquebrajar el entramado defensivo de Marcelino, y así terminaría siendo a cuarto de hora del final. El francés encontró a Mingueza a la carrera por la derecha, listo para el pase de la muerte. Acertó el canterano en su envío y Griezmann en el remate para firmar el 2-1.

En los últimos minutos, el Barça echó mano del oficio para resistir las acometidas del Athletic, especialmente peligroso en la izquierda con Yuri. Koeman se defendía con cinco defensas y con Braithwaite casi de segundo lateral derecho, con lo que hiciera falta, aunque sin ninguna ocasión clara que amenazase la victoria. Con los tres puntos, el Barça ya cuenta 40, los mismos que el Madrid, a quien adelanta de momento por el golaveraje general. El Athletic, con 24, se encuentra en mitad de tabla.