Hispanos de bronce con honores

España ya está en casa. Y con una medalla en el equipaje de una selección que ha lucido en el Mundial hasta el punto de colgarse el bronce. Con sólo una derrota en su debe que precisamente le costó el no poder luchar por el oro. Eso sí, salvo ese tropiezo en el resto de partidos los Hispanos mostraron los galones con los que llegaban al torneo, los de vigentes reyes de Europa.

Con el ademarista Rubén Marchán entre los elegidos, España puede presumir de ser a día de hoy uno de los combinados más poderosos a nivel individual y colectivo. Marchán también de haberse ganado un puesto en los Hispanos a base de notables actuaciones. Al Mundial, tras varias convocatorias, no muchas, a las órdenes de Jordi Ribera, llegaba con el rol de actor secundario. Un guión que varió por completo desde el primer encuentro en el torneo frente a Brasil. En ese pulso inaugural para España ya ejercía como titular, condición que mantuvo durante casi todas las jornadas de la primera fase y posteriormente en los cruces.

Buen atacante, su capacidad también para defender y el aprendizaje para no temer ningún cuerpo a cuerpo le llevaron a sumar minutos de importancia con un combinado que en la segunda fase mantenía el tono alto y que posteriormente en los cuartos de final, un partido que abría las puertas de par en par a las medallas y en el que la selección lograba doblegar a la subcampeona del precedente torneo mundialista.

Aunque el partido de semifinales frente a Dinamarca no le dejó un buen sabor de boca, tanto por la derrota frente a los nórdicos como por el no haber culminado el último ataque que podía haber llevado el envite a la prórroga, en la final Marchán saboreada las mieles del éxito contribuyendo a la victoria ante la todopoderosa Francia y con ello subiendo al tercer peldaño del podio.

En ese trayecto sobresaliente de los Hispanos contribuía de manera clara el pivote del Abanca Ademar que se iba a los 22 goles demostrando que su llegada al plantel estaba avalada por sus prestaciones y que los Juegos pueden estar a su alcance. Aunque su presencia en la selección tenía como una de las razones la lesión de Aguinagalde, su calidad y aportación han sido otros de los argumentos que sin duda alguna le reportan un rol destacado.

Y le abren las puertas no sólo a próximas presencias en el combinado entrenado por Jordi Ribera, también para citas de relevancia como la de Tokio el próximo verano. Eso sí, ahora toca desconectar y centrarse en el Abanca Ademar con el que buscará también mantener su buen tono en la competición liguera y en la continental.

Sin casi tiempo para descansar y saborear lo conseguido Rubén Marchán se incorpora hoy a las órdenes de Cadenas en un entrenamiento previo al reencuentro con la Liga Asobal mañana miércoles nada menos que frente a otro de los gallos de la competición, el Bidasoa Irún. Eso sí, ya con un poco más de equipaje, el que le reporta la medalla de bronce conseguida con los Hispanos en el Mundial de Egipto.