DESDE FUERA

Un día de perros. Por si no era suficiente con el madrugón por la hora del partido, ayer descargó lluvia con fuerza en el primer tiempo y todo el partido sopló un viento huracanado que no benefició en nada al espectáculo balompédico. Captación de árbitros. Eligieron un mal día los responsables del colectivo arbitral para pedir más colegiados antes del encuentro, paseando una pancarta por el terreno de juego. Después de ver a Espiñeira Pelló y sus compinches, ser árbitro suena casi a convertirse en una especie de delincuente. Gran recibimiento. Ovación de gala a los locales cuando saltaron al campo. El público premió así la gran victoria en el derbi del Antonio Amilivia.