Por la fuerza de la lógica y con contundencia total

El Atlético Astorga saltó al terreno de juego dispuesto a llevarse los puntos, pero el cuadro local mostró un mayor oficio y batió, sin grandes dificultades, a un conjunto que, aunque volcado en ataque, desarrolló un juego plagado de lagunas. La presión del Santa Marta impedía cualquier acercamiento peligroso del cuadro rival, que sólo dispuso de una ocasión al borde del descanso, con un tiro desde fuera del área grande que detuvo sin problemas el meta local José Miguel. Pudo haber una lluvia de goles en esta primera mitas, pero los salmantinos, pese a dominar todas las facetas del juego, apenas amenazaron al meta defendida por Mifas, quien libró a su equipo de lo que podría haber sido goleada por todo lo alto. Tras la reanudación, los locales, dispuestos a ejercer su papel de anfitriones, pusieron al meta rival en apuros llegando a la portería y consiguiendo, en apenas seis minutos, dos goles que inauguraban el marcador y les ofrecían una clara ventaja moral. El primero llegó de las botas de Gustavo tras una jugada algo complicada de describir en la que tanto jugadores del Santa Marta como del Atlético Astorga tuvieron cierto protagonismo, El segundo fue fruto de un fortísimo chut ejecutado por Rafa que, tras estrellarse en el poste derecho, rebotó colándose ante la sorpresa del meta rival. El Astorga, convencido de que podía lograr el empate, trató de hacerse con el dominio del esférico y trataron de presionar el área rival, pero apenas lograron pasar del medio campo y acabaron por encerrarse en su mitad, tratando de defender un marcador que al final parecía haber hecho justicia dado lo que aconteció sobre el terreno de juego. A pesar de ceder iniciativa, los jugadores del cuadro local, tuvieron numerosas ocasiones para crear peligro, pero la falta de puntería de sus delanteros y el gran juego desarrollado por Nifas, impidió que aumentaran la renta. Finalmente más de lo mismo, hasta que, en los últimos compases del juego, un penalti lanzado por Javi Diego en en el 91 como consecuencia de una mano dentro del área señalada por el colegiado.