El Wisla impone su pegada ante un fatigado Ademar (29-22)

No pudo ser . El asalto al líder en su feudo apenas tenía visos de convertirse en realidad (29-22) pero sin embargo el Abanca Ademar lo intentó mientras le duraron las fuerzas . En concreto, la gasolina aguantó durante los primeros 25 minutos de partido (10-11) última vez que los leoneses irían por delante en el marcador. El Wisla se mostró en este tiempo demasiado condescendiente en ataque dando alas a un Khalifa correcto que terminó por contagiarse del resto de sus compañeros yendo de más a menos. 

 

Serdio y Ruíz se convirtieron en las principales armas ofensivas de un conjunto polaco que nunca dio la sensación de fragilidad ni tampoco de que fuera a permitirle un resquicio a los visitantes. Sí, es cierto que en los compases iniciales el Ademar puso un 3-5 y posteriormente un 6-8 esperanzador, pero nada más lejos de la realidad. La plantilla marista está para pocas gestas ahora mismo, con la mayoría de sus primeros espadas en un bajo momento de forma o lastrados por las lesiones. Solo Gonzalo Pérez es ahora mismo un puñal en ataque. 

 

Lucin comenzó bien desde la dirección del juego leonés e incluso acertó con algunos lanzamientos exteriores, pero una vez más no vimos a la prometedora perla de la pasada temporada. Tampoco anda fino Pedro Martínez , que perdió varios balones importantes justo al borde del descanso propiciando que el Wisla abriera brecha (15-11), algo que hasta entonces no había podido conseguir. 

 

Corrían mucho más los polacos , con Mihic, Daszek y Szita acompasando las operaciones. De poco o nada sirvió el paso por vestuarios a los leoneses, que pagaron el esfuerzo físico del primer tiempo. Incapaces de acortar distancias, los de Cadenas se fueron entregando poco a poco a un Wisla que tampoco necesitó meter su mayor marcha para asegurarse los dos puntos y por si quedaban dudas, el primer puesto del grupo.

 

El técnico de Valdevimbre tiró de rotaciones todo el tiempo , con minutos incluso para un Carlos Honrado que dejó varias paradas importantes, no para el partido, pero sí para él. La cantera marista es sinónimo de futuro y el guardameta, como Lodos y Casqueiro, es un ejemplo flagrante. 

 

Los cuatro goles de renta se mantuvieron otros diez minutos más y ya en el minuto 45 el 23-17 evidenció que este Ademar no puede dar mucho más ahora mismo . Sigue demasiado flojo en defensa y necesita mayor aportación en ataque. Pero aún así, nadie puede restarle el enorme mérito que tiene competir en Europa, tener el billete a octavos asegurado y plantar cara, aunque sea por un rato, al todopoderoso Wisla.