Méritos no es lo mismo que puntos

El primer sobresalto llegó muy pronto. Santaella aprovechó un error de la blanda defensa de la Ponferradina y picó el balón haciendo el 1-0. El equipo visitante no despertaba de su leatrgo y en el minuto 19 la ocasión volvió a ser de nuevo para Santaella, pero en esta ocasión Álvaro atinó a despejarla. El Lanzarote, sin hacer grandes cosas, tenía al partido bajo control y las ocasiones caían de su lado. En el minuto 25, Fali, de disparo lejano, estuvo a punto de sorprender a Álvaro. A la Ponferradina le costó mucho sacudirse el dominio de su rival. Sus ocasiones eran esporádicas e ineficientes. La ocasión más clara para lograr el empate llegaba en el 31. Alejandro enganchó un balón dentro del área pero Marino, bien situado, detuvo sin excesivos problemas. En esta parte final de la primera mitad también tuvo su oportunidad el Lanzarote para sentenciar. Nacho Franco se adelantó en la salida a Álvaro y su remate de cabeza lo salvó en la línea de gol la zaga de la Ponferradina. En el minuto 40, Germán gozó de una gran ocasión pero el balón se marchaba a la derecha de la portería visitante. El equipo local se marchaba al descanso con la sensación de dejar vivo a su rival para el segundo tiempo. Se veía que en el campo la figura del equipo berciano iba creciendo, a la vez que el dibujo de lo insulares se iba diluyendo con el paso del tiempo. En la segunda mitad, el equipo que dirige Simón Pérez creyó más en sus posibilidades. Los visitantes se hicieron con el control del medio campo y la posesión del balón. El empuje fue cada vez más intenso y las ocasiones se acumulaban en la portería local. Panadero en el 55 tuvo en sus botas el empate a uno, pero su remate se marchó lamiendo el poste derecho. Esta jugada sería el precedente del empate. Poco después, Alejandro culminaba una bonita jugada creada desde atrás y certificaba la reacción de los blanquiazules en este segundo período. Desde este momento, el partido perdió el ritmo. Ambos conjuntos jugaban de poder a poder, pero esperando más un fallo del rival que aciertos propios. Toñín, en el 67, no aprovechó un fallo defensivo y su disparo sirvió para que Marino se luciese enviando el balón a córner. Hasta que se consiguió desnivelar la balanza, el partido se perdió en el centro del campo y las ocasiones desaparecieron hasta el minuto 87. Parecía que la Ponferradina firmaba ya el empate, pero los locales no cedían. Una internada de Sanataella por la banda fue finalizada con un trallazo desde la frontal, obra de Maciot, ante el que nada pudo hacer Álvaro. Era el 2-1 y la sentencia definitiva. El equipo de Simón Pérez no supo reaccionar y tampoco le quedaba mucho tiempo por delante para hacerlo.