María Casado | Jugadora coyantina internacional por España
«Mi mayor satisfacción son los diez años que he disfrutado en la élite del rugby»
María Casado (Valencia de Don Juan, 25 diciembre 1985) vivía el pasado domingo una jornada muy especial. Y con el balón oval, el mismo con el que ha disfrutado tantos años, en sus manos. Con la camiseta de España, el siete de Las Leonas con el que ha jugado tantos partidos y logrado notables éxitos. Fue su último día como jugadora, el de su retirada, decidida por ella justo cuando transita en lo alto del escalafón. Con lágrimas en los ojos y la mirada emocionada de sus padres desde la grada del campo de la Ciudad Universitaria. Los que durante tantos años han sido sus mejores seguidores. La lástima no fue poder contar con público. La pandemia del covid lo ha impedido. Pero no el aplauso unánime de compañeras y rivales a una grande del rugby nacional.
—¿Qué sensaciones estás viviendo tras un día tan especial como ha sido el de tu adiós al deporte del rugby como jugadora?
—Ahora mismo estoy como si fuera un día normal. Cuando me pare supongo que será otra cosa. Era el momento para dejarlo. En mi caso lo hago en un buen momento y sin tener que arrastrarme en el campo. Incluso la idea era hacerlo el pasado año pero la pandemia del covid lo cambió todo. Quería hacerlo como soñaba, jugando y disfrutando en el césped y con la camiseta de la selección que tanto he defendido y tantas alegrías me ha reportado. La única pena fue no poder contar con público. Eso sí, ha sido muy emocionante y más porque en la grada estaban mis padres. Nunca me habían visto jugar un partido a siete y mira, ha tenido que ser en el de mi retirada. No sabía que iban a venir y al final gracias a la Federación han estado a mi lado en un momento tan especial, como lo ha hecho la propia Federación y mis compañeras, que también son amigas.
—Te retiras como jugadora pero seguirás vinculada al rugby. Y de manera muy activa.
—El último año y medio con la pandemia ha sido muy intenso. Compaginar la función de jugadora, entrenadora y preparadora física en diferentes escenarios ha sido muy intenso con días que no tenían horas suficientes. No es fácil dejar algo que quieres mucho, pero siempre hay un momento. Llevo diez años en la élite de este deporte y creo que era hora de dedicarme, sin dejar el rugby, a otros menesteres. En el CRC Pozuelo a nivel de club y en la Federación tanto como seleccionadora sub-18, en la preparación física del XV de España...
—Con tantos partidos y logros a tus espaldas, ¿cual es el que recuerdas con más cariño?
—Son muchos momentos inolvidables. Y aunque el diploma en los Juegos de Río es algo que recordaré siempre si tengo que quedarme con uno fue el Preolímpico por lo que significaba poder ir al torneo olímpico.