El Real Madrid se clasifica a pesar de la derrota ante el Roma

El Real Madrid no perdía en su campo desde hace 35 años contra un conjunto italiano. Esta magnífica racha la ha roto el equipo de los «magníficos». Las dudas, la crisis «tolerable» siguen latentes. Muchos millones sobre el césped del Bernabéu para caer ante un equipo que fue valiente en su planteamiento. Capello sorprendió a Del Bosque. El rey del miedo se atrevió a sacar un equipo ofensivo que descolocó al Madrid. Cuando en el segundo tiempo ya iba por delante en el marcador, se transformó en el auténtico Roma, ordenado, defensivo y peligroso en el contragolpe. El primer tiempo fue bastante intenso y también igualado. La mayor posesión del balón correspondió al Real Madrid, pero las mejores ocasiones para marcar las tuvo el Roma. Mientras el equipo madridista necesitaba infinidad de pases para atravesar la poblada zona central del campo, el equipo romano profundizaba con velocidad y en vertical. Mientras los ataques de los blancos se morían entre la defensa italiana, el sistema defensivo del Madrid sufría grandes agobios. Cambiasso y Makelele, la primera línea de contención, no podía con los italianos, lo que hacía que llegaran a las inmediaciones del área de Casillas con mucha libertad. Tampoco el Real Madrid estaba fino en su función ofensiva. Se ofuscó en entrar por el centro por donde los tres centrales de la Roma habían dibujado una raya para que nadie la superara. Raúl y Ronaldo chocaron muchas veces con ella. Porque el Real Madrid de esta noche fue imperfecto. Hoy, por fín, a Ronaldo le salió a veces el uno contra uno, demostró haber ganado algo en velocidad, favorecido también por la posición adelantada de la zaga romana que le dejaba bastante espacio. Zidane estuvo a un alto nivel. Pero Raúl, aunque luchó como en él es habitual, no está plenamente recuperado Y sobre todo Figo no se fue nunca por la banda. Así al equipo del Del Bosque sólo le quedaba penetrar por el centro. La falta de juego por las bandas fue fatal para los blancos, porque Michel Salgado y Roberto Carlos apenas se estiraron por ellas, por la sencilla razón que se debían preocupar de parar a Candela y Cafú, respectivamente, que con la sorprendente valentía de Capello jugaron mucho más de auténticos extremos que de defensores. Tomassi, Totti y Emerson trabajaron lo indecible en el centro del campo para que el equipo local nunca llegara con ventaja al ataque. Por ello el juego bonito, al primer toque, de detalles de calidad no creó mucho peligro ante la puerta de Antonioli, que apenas tuvo que intervenir en el primer tiempo. En el segundo tiempo el Madrid dominó con más insistencia. El Roma se replegó. Se convirtió en el auténtico Roma, el que defiende con mucho orden y se muestra peligroso al contragolpe. El balón casi siempre estuvo en campo del conjunto italiano. Pero las contras del conjunto de Capello eran mortales. La avaricia de Montella impidió que en tres contra dos fructificara. Después Casillas tuvo que intervenir en otros contragolpes a disparos de Totti y Cafú. La defensa del Madrid hacía aguas y jugaba con fuego en el fuera de juego. Si la Roma hubiese aprovechado las ocasiones, el Madrid habría salido anoche goleado.