Dos individuos, sin autorización del club, piden dinero por la provincia en nombre de la entidad
«La voluntad, para la Cultural»
Casa a casa, puerta a puerta, igual que en las fiestas de los pueblines, dos individos han recorrido la capital y provincia en busca de «la voluntad
Desde Don Pablos hasta el Dioni, pasando por el Lazarillo de Tormes, el pueblo ha patentado la picaresca como componente indispensable del carácter español. Ya lo escribió Francisco de Quevedo en el siglo XV y la tinta ha corrido inecsante como un río hasta nuestros días, cincelando el estereotipo, patentando leyendas y pariendo listillos. Siempre surge alguien, atraido por el dinero que se consigue de forma fácil, que intenta beneficiarse de las circunstancias y se apresta a sacar tajada de la inocencia propia de alguna gente. Al reclamo de «la voluntad, para ayudar a la Cultural», dos individuos han dedicado los últimos días en recorrer la capital y algunos pueblos de la provincia en busca del beneficio personal. «Queremos manifestar que las citadas personas son totalmente desconocidas para el club y que, en ningún momento, esta entidad ha autorizado dicha actividad», se apresuraba en aclarar ayer, mediante un comuniado a los medios de comunicación, la Cultural, después de que varios aficionados extrañados por la iniciativa acudieran a la sede social para solicitar información sobre el caso. Este peculiar modo de recaudación económica (más si cabe en un club que navega en uno de los presupuestos más amplios de Segunda División B) recuerda la petición de aguinaldo que los pueblos realizan para financiar las fiestas locales. Quizá por esto, los sagaces estafadores han fijado en Valencia de Don Juan y las localidades cercanas su radio de acción, tras arracar en la misma capital leonesa con su cantinela desinteresada. Posteriormente al conocimiento de la situación, los responsables de la Cultural cursaban la denuncia oportuna ante los cuerpos de Seguridad del Estado, tanto Guardia Civil como Policia Nacional y Local, para subsanar el entuerto y localizar a los responsables del timo. Las autoridades buscan ahora al dúo por estafa, basándose en las declaraciones de las personas a las que abordaron en su propio domicilio. «Aquí todo el mundo quiere sacar tajada de la Cultural», afirmaba un aficionado en una cafetería tras conocer los hechos. De momento, quien contribuyó a las supuestas arcas culturalistas suma esta cantidad a sus impuestos municipales.