Baloncesto | Liga femenina
El Pajariel volverá a teñir de rojo la Liga
Con una dureza mental a prueba de balas, las de Pepe Vázquez han superado mil trabas para seguir otra temporada en la élite Frente a El Pastor hicieron los deberes
El Pajariel Bembibre certificó ayer su permanencia en la Liga Femenina. Tras su victoria ante Quesos El Pastor de Zamora por 79-59, y la derrota del Al-Qázeres el viernes en Lugo. El éxito vino de la mano de todo el equipo, casi todas aportaron puntos, todas aportaron defensa y todas arrimaron el hombro, pero parte del secreto fue un público atronador.
Empezó el derbi con una serie de errores de ambos conjuntos. Sólo anotaron 3 puntos cada uno en los primeros cuatro minutos. Pasados esos malos instantes, empezaron a carburar los ataques locales. Desde el tiple de Silva, en tres minutos, el parcial fue de 13-5 para las de Pepe Vázquez. Ante la aparición de fatiga en sus filas, Fran García paró el juego para redirigir a su equipo, dado que llegaron con muchas bajas en sus filas y su quinteto inicial no varió en el primer cuarto. Siguió sumando el equipo bembibrense ante el cansancio de su rival que anotaba poco y se colocó en zona 3-2 para amortiguar lo que se le venía encima. Una bajada de intensidad defensiva en las bercianas facilitó una pequeña aproximación visitante (25-18) a los quince minutos. El primer cambio visitante llegó en el último minuto del segundo cuarto, entrando la júnior Pinto por Policari. Con el partido casi roto, se llegó al descanso.
Al regreso de vestuarios un triple de Palma inauguró el despegue definitivo de las bembibrenses que saboreaban en cada acción las mieles de la permanencia y el fruto del trabajo de toda una temporada. La renta alcanzó la veintena de puntos y poca respuesta obtuvo de un mermado rival que no tenía un banquillo con garantías. Un paseo militar a partir de los dos minutos de la reanudación. Ya con el partido roto, las acciones sin control aparecieron en un equipo y en otro, llevando la iniciativa el Bembibre que acertaba más por la frescura de sus jugadoras. El último cuarto apenas tuvo historia, con minutos para todo el equipo berciano y deseando el final las visitantes, que en algún arranque de calidad y orgullo, finalizaban con puntos.
Calmó el ritmo el Pajariel Bembibre, dada la diferencia y eso provocó que las zamoranas vieran aro con más acierto, pero aún así, las bercianas buscaban jugar y hacer sistemas, con más o menos fortuna. Las menos habituales tuvieron sus minutos, aprovechados de manera desigual, pero llevadas en volandas por un enfervorizado y atronador público, que subió los decibelios como hacía tiempo que no se oía y que vino con ganas al Bembibre Arena para ver a su equipo lograr la permanencia. Al final, un derbi descafeinado, con dos equipos amigos, pero que la mala fortuna hizo llegar a las visitantes con cinco jugadoras y que enfrente se las tuvo que ver con un Pajariel Bembibre que no quiso esperar a otro partido para resolver la duda de la permanencia.